La otra cara del sector inmobiliario en A Coruña: «Cada vez es más normal ver calles enteras sin comercios en sus bajos»
A CORUÑA
El dinamismo de la hostelería frena la escalada de cierres en estos espacios a pie de calle
14 ene 2025 . Actualizado a las 10:48 h.Es una situación que se ha convertido en cotidiana en muchos barrios. En las calles menos céntricas, los bajos comerciales vacíos, con un cartel de «se alquila», o ni siquiera eso, se generalizan. La cifra total, en toda la ciudad, asciende a los 845, según los datos catastrales. Esto es lo que indica el último informe elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), que destaca el incremento de estos espacios sin un inquilino con el cierre del 2024.
De esta forma, viendo la evolución en los últimos dos años, el escenario que refleja A Coruña a enero del 2025 es ligeramente peor que en enero del 2023, cuando eran 820 los locales cerrados. Sin embargo, y curiosamente, la cifra presenta una mejoría si la comparativa la establecemos con enero del 2024, cuando ascendían a 925 los bajos desocupados. Es decir, en los últimos 12 meses se alquilaron 80 de estos espacios.
«En A Coruña influye mucho el impacto que tiene el sector de la restauración en este mercado inmobiliario. La hostelería, tanto a nivel restaurantes, como cafeterías, tiene mucho dinamismo», apunta Benito Iglesias, el presidente de la patronal gallega de las inmobiliarias.
Un factor que, con todo, se circunscribe al centro urbano y no es suficiente para amortiguar una dinámica especialmente acusada en los distritos alejados del 15002. «Hay demanda, pero solo en las calles más céntricas. El comercio de barrio desaparece por la tendencia de las grandes superficies. En zonas no céntricas, los locales no es que cueste alquilarlos, es que no se alquilan. Si nos damos un paseo por muchos barrios es cada vez más normal ver calles enteras sin un establecimiento abierto en sus bajos», destaca Rubén Allegue, de la inmobiliaria Remax Riazor.
Es la cara y la cruz de un mercado que se caracteriza por la escasez de oferta en el ámbito de la vivienda y por la falta de demanda para actividades económicas. «Obviamente, este es un sector, el comercial, en el que cuesta más alquilar», coinciden desde otra agencia, ColdWell.
Segunda vida como vivienda
La reconversión que están atravesando estos espacios situados a pie de calle como viviendas está suponiendo una segunda oportunidad para sus propietarios. «Hoy se siguen comprando bajos comerciales, siempre que sea posible su cambio de uso a vivienda, sobre todo. Hay una segunda opción, que se puedan transformar en trasteros. Una alternativa que tiene interés sobre todo en los barrios que se construyeron en los años 60, cuando los edificios no solían estar dotados de estos pequeños almacenes para los vecinos», explica el agente Rubén Allegue. La compraventa en este segmente inmobiliario se está reduciendo a estos casos. Las situaciones en las que un emprendedor adquiere uno de estos locales para montar su negocio son cada vez más escasas.
La falta de relevo generacional en negocios muchas veces familiares, el auge de los centros comerciales y de las compras online se suman al teletrabajo, a la presión fiscal y a los gastos de la luz o el agua, que convierten en inasumible un alquiler. Todo esto, «penaliza a las actividades económicas más débiles, como autónomos y microempresas, aumentando así los locales cerrados en el circuito de comercialización», valora Benito Iglesias, de la patronal Fegein.
Su balance para el 2025 no es más positivo. «La tendencia nos hace intuir que va a haber un aumento de los locales comerciales desocupados para este primer semestre del año. El motivo no es otro que el importante incremento que experimentamos ya en el último trimestre del 2024», concluye Benito Iglesias.
La única ciudad gallega, con Vigo, donde subieron los arrendamientos en el último año
El movimiento que genera el sector de la hostelería puede estar detrás del ligero repunte de precios que han protagonizado los bajos comerciales en la ciudad. Vigo y A Coruña son las dos únicas urbes donde se incrementa levemente el coste por alquiler.
En el caso del municipio coruñés, es el que tiene las tarifas más elevadas entre las ciudades. El metro cuadrado está a 8,40 euros, por encima de los 7 de Vigo y de los 8,20 de Santiago. En plataformas como Idealista se pueden encontrar espacios que alcanzan los 8.000 euros, como dos plantas unidas en Juan Flórez que suman 318 metros cuadrados.
Grandes locales que suben la factura, pero que también suelen ser más complejos de colocar tras el cierre de muchas oficinas, como las bancarias, por el teletrabajo o el cambio de apuesta comercial. «Los edificios enteros dedicados a oficinas, de 300 o 500 metros, cuesta mucho alquilarlos. Es más fácil un despacho más pequeño, de 50 metros. Pero todo esto depende de la zona», precisa el agente Rubén Allegue.