Vino y más vino eclipsan la tradición de Os Caneiros en Betanzos

Rosalía Martínez, A. A. BETANZOS

BETANZOS

Rosalía Martínez

Las camisetas volvieron a tintarse debido al uso de pistolas de plástico

19 ago 2022 . Actualizado a las 12:46 h.

La fiesta del vino. Así es como muchos de los asistentes a la primera jira a Os Caneiros que tuvo lugar este jueves definen esta celebración. La que tradicionalmente es —y también como el Concello de Betanzos prefiere considerarla— una romería centenaria, acoge ahora a cientos de jóvenes que se visten con sus peores galas para desecharlas al final de la jornada.

La sucesión de eventos convencional indica que, tras la elevación del globo de papel de seda el 16, los betanceiros acuden en embarcaciones peripuestas para la ocasión a un campo al costado de las aguas del río Mandeo a merendar y disfrutar de la música folclórica. Pero ni el globo se había lanzado ya, ni la gente esperaba sentarse en una manta de picnic con los amigos a escuchar gaitas.

Los más suertudos llegaron al campo navegando el torrente de agua en esas embarcaciones pintorescas que partieron desde el paseo de la Tolerancia, mientras disfrutaban de un variado banquete. Sin embargo, por tierra transitó también un grupo de personas que se resignaron a desplazarse de una forma más humilde. «Los de los barcos nos miran por encima del hombro a los que vamos a pie, pero al final todos llegamos al mismo sitio», decía María Ferreiro, de Carral.

Una vez llegados a la explanada, empezó la verdadera juerga. Todas las camisetas se tintaron de un granate vinícola de los chorros de vino que expulsaban múltiples pistolas de plástico. «Mesturámolo con auga porque así dura máis e non se desperdicia tanto», decía Rafa Portela. De la música de ambiente se encargaron las charangas NBA y DGT, aunque en el campo estos grupos fueron eclipsados por un tocadiscos que pinchaba canciones de ritmos más modernos. Así se desarrolló una edición en la que la marea baja provocó que la masa «no se tirase tanto al río como en otros años», según explicaba Cristian Restrepo, de Arteixo.

Llegadas las 8 de la tarde, el campo se empezó a dispersar. Los asistentes se fueron a sus casas a ducharse y continuar la fiesta en Betanzos. Qué mejor forma de ponerle un punto y aparte a esta primera jira de Os Caneiros. El 25 más.