La vida de alquiler

CAMBRE

De los pisos en renta a los muebles que se alquilan por horas para decorar una cena, todo está en alquiler y la comarca saca partido a sus posibilidades. ¿Dos euros por llevarte un mantel a casa por unas horas? ¡Por qué no!

15 may 2018 . Actualizado a las 11:30 h.

«El alquiler me cambió la vida». Susana sabe bien cómo es la vida de alquiler. Para ella supuso un antes y un después: en lo personal y en lo laboral. «Hace justo un año -en marzo del 2017- tuve que dejar mi piso de O Temple. Lo puse en venta y conecté con Lucía, la persona que me ayudó a venderlo. Al poco tiempo me encontró otro de alquiler en la misma zona. Me encantó el trato que había recibido y dije: yo quiero trabajar ahí». Misión cumplida: dos meses después Susana era compañera de Lucía en S2m, en O Temple, en Cambre

Desde entonces han pasado casi nueves meses y el alquiler gira alrededor de esta joven que viene del sector del mueble y acabó en el inmobiliario. «Al vivir de alquiler no estás atado. Si de repente la calle se vuelve problemática, te vas. Yo siento que esta es mi casa, no hay diferencia con un piso comprado», asegura. «En mi caso traje mis muebles y tengo la casa decorada igual que si hubiese pagado una hipoteca. La pinté, puse papel en las paredes... En ningún momento tengo la sensación de que sea algo temporal».

CESAR QUIAN

Susana detecta varios factores que hacen que la vida de alquiler esté de moda: el primero, «que la gente ya no tiene el arraigo por la propiedad que tenían nuestros padres». Después, la movilidad: «La gente hoy está aquí y mañana en otra ciudad trabajando. Nunca sabes dónde va a estar tu futuro laboral, así que el alquiler te da esa libertad». Y, tercero, los divorcios y las separaciones: «¡La crisis de los 40 afecta mucho! Cada vez hay más, y eso repercute en la demanda de alquileres después». 

Lista de espera

Pero acceder a la vida de alquiler no es tan fácil cómo parece. En su trabajo asegura que los pisos de alquiler se le van de las manos. «Casi no te da tiempo ni a implicarte. Enseñas un piso y a los tres minutos ya te dicen: ''Me lo quedo''». Tanto que en S2m tienen hasta lista de espera para la renta de una vivienda en la comarca. «Da igual la zona, se alquila todo».

Un fenómeno que comprueban también en Mera Home. «A veces, la situación llega a ser hasta preocupante», comenta la propietaria de esta inmobiliaria en la zona de Oleiros, Raquel Pernas. «Publicas un anuncio de ''Se alquila'' y al rato ya empiezas a recibir un número de llamadas exagerado», añade. De los interesados, solo cierra la visita con unos pocos «porque sé que lo más probable es que el primero sea el que se quede el piso». Esto en las viviendas a largo plazo, pero en Mera también abunda el alquiler vacacional. «Se nos van de las manos», afirma. «En esta zona es algo que abunda: muchos propietarios prefieren alquilar menos tiempo y no complicarse con un alquiler a largo plazo».

ANGEL MANSO

Según Raquel Pernas, el precio medio de un piso de alquiler en la zona ronda los 300 o 350 euros si se trata de un apartamento de un dormitorio. Y a partir de ahí empiezan a subir.

De vida de alquiler saben mucho Iván y Manu. Estos dos jóvenes de 34 y 26 años, respectivamente, viven de alquiler y se dedican al alquiler. No de pisos, sino de muebles y objetos de decoración. Porque el cartel de «Se alquila» dejó de ser hace tiempo algo exclusivo del sector inmobiliario. Se alquilan caravanas los fines de semana para ir de paseo y manteles y jarrones para decorar cumpleaños. Con este último fin, el de poner bonitos los eventos de otros, nació el pequeño proyecto de Iván y Manu. «Durante meses estuvimos buscando muebles, manteles, alfombras y piezas especiales que ahora alquilamos a todo el que lo necesite», explican. 

Sobre todo, bodas

Su principal público: las bodas. «Nos gusta trabajar directamente con los novios. Si nos dicen: ''Me gusta esa butaca'', se la dejamos por unas horas -sin pago de fianza- y los hacemos felices». Iván y Manu se encargan del transporte. «También alquilamos una furgoneta para eso», confiesa Manu con una sonrisa. Disfrutan y aprovechan de las ventajas de las rentas. «Vivimos en un piso de alquiler en Perillo. Es el tercero en el que estamos y, aunque estamos contentos, puede que algún día me canse y nos cambiemos. Es la ventaja del alquiler. Lo mismo pasa con el transporte: como por ahora no nos podemos permitir una furgoneta propia, la alquilamos por horas. ¡Todo se puede alquilar, hasta yo me alquilo!», bromea.

Su objetivo es que cualquiera, en una cena con amigos o en una boda, pueda preparar algo especial. ¿Los precios? Desde casi tres euros se puede alquilar un mantel o un jarrón, aunque los clientes les piden piezas grandes. «Tenemos casi todos los estilos y nos encanta la decoración, es un gusto poder dedicarnos a esto», aseguran los creadores de Wonatti Wedding Design.

«Creo escenas que ayudan a que se arriende antes»

Descubrió lo que significaba home staging en Marbella hace años: poner bonita una vivienda para que se alquile o se venda antes y mejor. En el 2014 se convirtió en uno de los primeros home staging de la comarca y, de los tres proyectos iniciales pasó a 145 en el 2017. El trabajo de Javier Suárez consiste en crear escenas que den el empujón final al alquiler. Una técnica que viene de Estados Unidos, y que Suárez asegura que funciona. 

Este vecino de Perillo conoce bien el mundo del alquiler. Vive en un piso arrendado en el concello de Oleiros y ayuda a que otros consigan alquilar sus inmuebles gracias a su buen ojo. Él acude al rescate de pisos que, en principio, nadie querría, pero que, gracias a su capacidad de ver las posibilidades y de decorarlo de otra forma, consigue resultar atractivo. Para ello lleva su propio ajuar o se lo alquila al propietario. «También les hago la lista de la compra, piezas claves que necesitaría para que el piso esté bonito», asegura.

Según Suárez, esto no solo afecta al número de llamadas que recibirá después el propietario para interesarse por el inmueble, sino al tipo de personas que van a querer alquilarlo: «Está comprobado que cuando tú ofreces un piso en buen estado, bien cuidado y con una bonita decoración, los inquilinos te lo van a cuidar mejor. Lo de utilizar la vivienda de alquiler como trastero, con muebles que uno ya no quiere en casa, es algo del pasado», asegura este experto.

De cartón

A veces las escenas que crea son, literalmente, de cartón: «Lo uso para montar estancias de la casa, para que la gente se haga una idea de cómo sería. Hace poco lo hice en un piso y fue un éxito». Según Javier Suárez, «en la comarca todavía estamos en pañales en el tema del home staging, pero se van dando pasitos». Asegura que a veces cuesta que confíen en él, pero «después les gusta mucho el resultado y se sorprenden». «Hay muchos propietarios que hasta se emocionan después de ver el cambio que les doy a los inmuebles. Muchas veces me dicen: ''No sabía que tenía estas posibilidades''», cuenta este interiorista de profesión y vocación, natural de Cecebre y con 28 años de experiencia.