Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

«Casi el 50 % de las personas con enfermedad de Crohn son operadas»

Alejandro García Chouciño
a. g. chouciño A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Eduardo Pérez

Las dolencias inflamatorias intestinales se visibilizan en las Charlas Saludables

19 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La doctora Teresa Diz-Lois, médica adjunta del servicio de Aparato Digestivo del Chuac, impartió ayer una charla en la sede de Afundación en la que abordó el tema de la enfermedad inflamatoria intestinal, una dolencia sobre las que existen muchas incógnitas por resolver y que abarca la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. En la actualidad, «casi el 50 % de los pacientes con enfermedad de Crohn son operados a lo largo de su vida. En el caso de la colitis ulcerosa la cifra está entre el 10 y el 20 % de las personas dolientes», explicó Diz-Lois.

La doctora inició esta nueva entrega del ciclo Charlas Saludables, que organiza la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña y Cee con La Voz de Galicia, con imágenes de personas anónimas y famosas que padecen estas dolencias con el fin de visibilizar que hay muchos hombres y mujeres que conviven con esta enfermedad. Personas como Einsenhower, operado por una enfermedad de Crohn obstruido; Kennedy, con una colitis ulcerosa; o más actuales, como el mago Dynamo o Sergio Dalma. Ambos con enfermedad de Crohn.

Gente joven, en el punto de mira

Ambas dolencias se clasifican como enfermedades inmunomediadas que tienen origen inmunitario. «Están en el mismo grupo, pero son dos. La colitis ulcerosa afecta solo al colon, a distintos tramos, pero de forma continua y desde el recto hacia dentro. Y la enfermedad de Crohn afecta por segmentos y a cualquier zona del intestino, no solo al colon, también intestino delgado. Puede afectar incluso al estómago o al esófago, aunque eso es más raro», detalló.

Diz-Lois explicó en la charla que esta enfermedad «afecta a gente joven y es importante visibilizarla, porque es crónica. La incidencia es mayor en los países desarrollados». En un estudio realizado en el 2017 a nivel estatal y en el que participaron un total de 111 centros, incluida el área sanitaria de A Coruña, comprobaron que en un año se detectan 7.000 nuevos casos en España, lo que supone que por cada 100.000 habitantes se localizan 15 nuevos diagnósticos de enfermedades inflamatorias intestinales. «En el área sanitaria de A Coruña se detectaron 83 casos nuevos ese año», señaló Diz-Lois.

En cuanto a la incidencia de la enfermedad, la doctora explicó que «viene aumentando desde que se describió» y que, sobre todo, «es típica de países occidentales. En los que están en vías de desarrollo también presenta esta curva de ascenso». Por ello, argumenta que este crecimiento se debe al desarrollo general de los países. «Está parejo con el desarrollo de los países, el aumento de la esperanza de vida y control de las infecciones. En el siglo XX bajaron las enfermedades infecciosas, pero han aparecido las enfermedades autoinmunes o inmunomediadas. Hay un paralelismo de las dos cosas».

La especialista señaló que «las causas no se conocen, pero se sabe que este es el contexto. Sabemos el mecanismo de daño, que es inmunomediado por la inmunidad». El daño se produce por el resultado de la relación anómala de la inmunidad y de la microbiota.

Los principales síntomas para este tipo de enfermedades «son la diarrea, el dolor abdominal, el sangrado o la pérdida de peso», indicó Diz-Lois. Aquí quiso aclarar la importancia de diferenciar estas dolencias del síndrome del intestino irritable. «Es un síndrome funcional, muy frecuente en la población. También afecta a gente joven y puede producir síntomas parecidos de dolor abdominal, diarrea o estreñimiento. La diferencia es que aquí no hay inflamación, ni hay úlceras».

Gracias a los marcadores biológicos han podido avanzar en el diagnóstico y sospechar quiénes lo pueden padecer.

Fumar, el uso de antibióticos o el estrés y ansiedad, como posibles factores de riesgo

Según Diz-Lois hay tres factores a tener en cuenta: «genéticos, la microbiota y ambientales». Aunque los genéticos «explican poco la aparición de los casos, ya se conocen más de 200 genes asociados a la enfermedad. La mayoría sin gran riesgo asociado, pero entre el 8 y el 14 % de los pacientes tienen un familiar de primer grado con esta dolencia». La microbiota, también conocida como flora intestinal, presenta cambios incluso antes de llegar a tener la enfermedad: «Se hace menos diversa, disminuyen los microorganismos que tienen efectos antiinflamatorios y aumentan los proinflamatorios». En cuanto al tercer factor, el ambiental, «hay datos encontrados, pero no son constantes. Parece que una dieta baja en fibra y rica en azúcares refinados puede ser un factor de riesgo. El tabaco y el estrés son otros factores para la enfermedad de Crohn. El uso de antibióticos en los dos años anteriores podrían propiciar el sufrir alguna enfermedad inflamatoria. Por la contra, la lactancia materna puede ser un factor protector».

En cuanto a los tratamientos, la doctora indicó que «han evolucionado muchísimo desde que se conocen estas enfermedades». Se pasó de solo contemplar la cirugía como solución, a los corticoides a partir de 1950, hasta llegar a la revolución biológica producida desde el año 2000, con los primeros anti-TNF. «En los cinco últimos años han aparecido tres mecanismos diferentes del biológico TNF clásico».

No obstante, remarcó que aún queda mucho por avanzar y que «el futuro es el tratamiento personalizado. Se están haciendo muchos ensayos para determinar factores de la persona y que nos digan a qué tratamiento va a responder mejor y no tener que ensayar a ciegas con distintos tratamientos».