Duki, Lost Frequencies, Ozuna, Xoél López, Belén Aguilera y Fran Ferdinanz también sonaron en el estadio de Riazor que trajo más de 10 horas consecutivas de música
19 jul 2022 . Actualizado a las 11:53 h.La compositora y pianista Belén Aguilera reanudaba el Morriña Fest en su segunda y última jornada. Diez horas de música le esperaban al festival de A Coruña, que ponía su fin a las 2:30 horas, con el cierre de Fran Ferdinanz. Tras apenas un par de canciones, el estadio blanquiazul llenaba su pista cuando la joven artista catalana cantó La Tirita, su colaboración con Lola Índigo, que hizo enloquecer a los espectadores.
La artista quiso hacer un homenaje a su referente musical cantando el primer tema que tocó en un escenario acompañada de su piano, No One, de Alicia Keys. Todo el mundo tarareaba el himno musical haciendo coros a la pianista. La primera actuación del segundo día del Morriña Fest se cerró con la canción estrella Camaleón. Esta melodía animada causaba la ovación e un auditorio exaltado.
Lost Frequencies hizo botar a todo el festival con su mesa de mezclas y sus altavoces. El estadio vibraba, literalmente, con su música electrónica. Las gradas también rebotaban. Estar lejos del palco no causaba ningún impedimento para disfrutar de la música del disyóquey y compositor belga. Este segundo concierto finalizó con Where are you now, tarareada por un público que tenía los brazos en alto y vitoreaba el nombre del artista.
Tras una actuación eléctrica y llena de energía, era el momento de que Xoel López trajese emoción y melancolía al templo blanquiazul. Iniciando la actuación con su famosa Tierra, todo el mundo cantaba agarrando a la persona que tenía al lado el conocido tema. El amor y la alegría se palpaban en el ambiente.
La afluencia a la pista creció con la llegada de Duki. La simple entrada del argentino consiguió que la gente enloqueciera al ritmo de su música trapera. Acompañando de su banda, uno de los artistas más esperados de la noche entusiasmó al público con su tema Top 5.
Duki daba fin a su actuación con Goteo. Bajando a la pista y animando a la ciudad con su presencia, el bonaerense se integraba entre los espectadores de A Coruña para introducir en sus corazones un recuerdo mágico. La gente que tuvo la oportunidad de estar en primera fila y tocarlo, lloraba mientras se olían las manos al grito de «¡Lo he tocado!».
Móviles arriba grabando la actuación de Ozuna. Se preparó fue el tema con el que el artista decidió abrir su espectáculo. Gritos y saltos recibieron al portorriqueño, cuya actuación finalizó no sin cierta polémica. «Me dicen que me tengo que ir ya, no puede ser», advirtió el artista, que animado por el público, siguió cantando dos temas más. Apenas cinco minutos fuera de hora, cuando entonaba Te boté, el sonido se apagó y los fans suplieron su voz con miles de gargantas coreando su tema. Ozuna no pudo ni despedirse, y el graderío pasó del canto al grito de «Tongo».
Después, se olvidó este incidente. El público no se creía estar viendo a la icónica banda de hip hop pop de Los Ángeles. Al ritmo del solista de Black Eyed Peas, que gritaba «I love Spain», el estadio de Riazor se venía arriba. Temas internacionales como Pump it o Where is the love fueron la guinda del pastel. Mención especial a esta segunda canción. La gente no podía retener las ganas de ver perfectamente al grupo, así que optaron por subirse a los hombros de amigos y familiares, para guardar en la retina este recuerdo que no olvidarán jamás.
I Gotta a Feeling despedía el increíble pase de los Black Eyed Peas. Todo el mundo gritaba a pleno pulmón la banda sonora de grandes éxitos mundiales. Con un «We love you Spain» decía adiós al público la banda en esta noche de ensueño. Lágrimas de alegría y sueños cumplidos en una memorable actuación.
A la una de la madrugada, el indie rock de Franz Ferdinand ponía el broche final del Morriña Fest 2022. A pesar de ser muy complicado actuar después de la mejor presentación de la noche, la banda británica supo afrontar el reto con creces. Emociones diversas y algún que otro llanto al concluir una noche mágica en la ciudad de A Coruña.
