Aunque hay viviendas a la venta en algunas de las joyas arquitectónicas de la ciudad, a estos inmuebles les cuesta encontrar dueño. La falta de confort es su principal hándicap
28 feb 2024 . Actualizado a las 10:21 h.Por la Casa Rey de A Coruña pasaron las mayores fortunas de la ciudad. Cuando se puso a la venta la primera planta de este emblema del Art Nouveau, no quedó millonario sin visitar el que es, de manera extraoficial, el edificio con más solera de A Coruña. El punto final de la fachada de cristal de la Marina representa ese modernismo que salpica toda la urbe, de San Andrés a Os Castros, y que tiene un peso mucho más que relevante en el urbanismo herculino. En la actualidad, al menos cinco construcciones de un movimiento arquitectónico que llenó las calles coruñesas de alegría y pompa tienen viviendas a la venta, pero no resulta sencillo encontrarles dueño.
La casa de los Cisnes de la plaza de Lugo es una de las niñas mimadas del modernismo local. Decorada con mosaicos y figuras animales en su fachada, se restauró en el 2011, luciendo este bloque del Ensanche una nueva cara que obliga a los viandantes a detenerse a su paso. El segundo piso está a la venta por 754.000 euros desde hace meses y, aunque está suscitando interés entre los coruñeses más pudientes, nadie se ha decidido a mudarse a una vivienda de características únicas. «El tipo de potenciales compradores que visitan estos inmuebles no diría que son caprichosos, pero sí ponen muchos requisitos, sobre todo porque de tomar la decisión, van a desembolsar una cantidad de dinero importante y quieren que el piso esté a su gusto», comenta Víctor López, de la inmobiliaria Tilit Realty.
A esto añade que son viviendas que suelen estar catalogadas, por lo que tocar la fachada, elementos decorativos o la distribución no siempre es posible. No es el caso del piso de la casa de los Cisnes, que está parcialmente reformado y listo para entrar a vivir.
Los 187 metros de este inmueble, que cuenta con tres dormitorios amplios y dos baños, es casi pequeño si se compara con las dimensiones de otras viviendas de edificios modernistas que están a la venta en las zonas nobles de la ciudad. «La mayoría de pisos tienen más de 200 metros cuadrados y no se pueden dividir, precisamente, porque están protegidos, por lo que tampoco sería una gran idea comprar estos pisos para invertir. Yo lo veo más como primera vivienda de una familia», indica López.
Álvaro Rodríguez, socio director de Engel & Völkers A Coruña, comparte la opinión de López y piensa que el gran hándicap de este tipo de inmuebles es que los interesados buscan un confort que muchas veces es difícil de conseguir. «Para mantener las molduras, las contras pero que a la vez no entre el frío, y otros contratiempos... Al final te pones en un desembolso total de más de un millón de euros, y a veces sin tener todas las garantías que buscas como propietario». En su inmobiliaria tienen ahora mismo en cartera un edificio modernista situado también en la plaza de Lugo. Se trata del de los números 4, 5 y 6, donde en el bajo se ubica un supermercado de Gadis. Es la segunda planta de un edificio construido en 1920, con 261 metros cuadrados, que cuenta con cuatro dormitorios, un salón del tamaño de un piso de nueva construcción —60 metros cuadrados— y una gran balconada. Un caramelito de 850.000 euros al que no le faltan unos pretendientes que no saben si quieren formalizar su relación.
Estas edificaciones se caracterizan por haber sido construidas cuando la nueva burguesía buscó cimentar su recién estrenado poder adquisitivo en el Ensanche. Pero la ruta modernista abarca prácticamente toda la ciudad. Así, en la Ciudad Vieja —calle Alfonso IX—, se vende un majestuoso inmueble que bebe de esa corriente que pone lo ornamental en primer plano. Cuesta 450.000 euros y cuenta con dos proyectos que permiten realizan dos pisos de 92 metros cuadrados o un dúplex de 184 metros cuadrados.
Cien mil euros menos cuesta vivir en un edificio modernista de 1912 situado en San Andrés. Obra de Antonio López Hernández, que ideó la mítica Casa Salorio de la plaza de Pontevedra y el proyecto de La Terraza de los Jardines de Méndez Núñez, es un piso pensado para reformar de 172 metros cuadrados.
Esta calle ha vuelto lucir con lustre tras varios años de senda decadente. La localización de estos edificios, con precios, cuyas viviendas en venta tienen precios más elevados de lo que marca el metro cuadrado en la zona, influye a la hora de levantar el teléfono y pedir información. Es una de las razones por las que los expertos inmobiliarios consultados creen que no se venden las viviendas del edificio modernista de Avenida de Oza, 132; ya en el barrio de Os Castros. Con una horquilla de precios que va de los 295.000 a los 425.000 euros, el inmueble lleva más de dos años buscando inquilino. «Hay demanda de pisos clásicos, están de moda, pero esta gente quiere vivir en el centro», concluyen en Engel & Völkers.