Estos coruñeses te animan a arrancar el tapón de las botellas: «Conseguimos cinco mil euros para niños con enfermedades raras»

A CORUÑA CIUDAD

Los directivos de la asociación Aser confían en que la nueva normativa para reducir residuos plásticos no afecte a su labor filántropa
24 ago 2024 . Actualizado a las 11:10 h.Los tapones de las botellas de hasta tres litros deben permanecer adheridos a los envases. Es una normativa europea que busca reducir la cantidad de tapones dispersos en el medio ambiente y mejorar su reciclaje. Muchos consumidores no se han acostumbrado todavía a beber con el tapón acariciando la nariz, así que lo siguen arrancando.
Ese es un gesto que los miembros de la asociación ASER (Ayuda a Superar las Enfermedades Raras) de A Coruña agradecen en el caso, eso sí, de que ese residuo se deposite en uno de los más de 400 contenedores que tienen distribuidos por la provincia. «Nos dedicamos a recoger tapones y los beneficios se los damos a las asociaciones de enfermedades raras o directamente a los padres de niños que las padecen», cuentan Julio Ángel Rey y Alfonso Cabado, miembros de la organización.
La nueva normativa, en vigor desde el pasado 3 de julio, les preocupa, pero no han apreciado un impacto significativo hasta ahora. «Por el momento notamos menos recogida porque ahora los colegios están cerrados y nosotros tenemos muchos contenedores allí», afirma Cabado. Ambos confían en que los coruñeses sigan llenando sus receptáculos: «Al final es dar una vueltita más y arrancar el tapón», añade.
Unas cuarenta toneladas de esos tapones es lo que consiguen recoger al año para alcanzar una entre 4.000 o 5.000 euros al año de recaudación para los beneficiarios de ASER. «A nosotros nos interesa el tapón, no la botella, porque la botella pesa poco. Las únicas que se aprovechan son las botellas de plástico duro, como las de detergente», explica Rey.
Alcanzar esas cifras implica una importante dedicación, que les lleva desde Camariñas a Ares. Quedamos tres o cuatro días a la semana y echamos la mañana. «Las horas de trabajo son incalculables, pero al final lo hacemos porque tenemos mucha moral y mucha ilusión, el amigo Alfonso y yo», dice Rey.
El origen de esta asociación está en el ánimo de ayudar a los que peor lo pasan. Julio Ángel Rey dedicó casi toda su vida a trabajar en la sección de seguridad del Chuac. Cuando se jubiló fue cuando se le ocurrió montar esta asociación, que celebra este sábado una fiesta en el Club del Mar, en la que van a premiar a los chavales que más tapones donen: «Es para que tomen conciencia sobre este tema y que pasen una buena tarde en la que les daremos trofeos, chuches», dijo el dúo en una entrevista en Radio Voz.