De un pacto de investidura que nació con discrepancias a la rotura unilateral
A CORUÑA CIUDAD
La deuda del IMCE, los planes urbanísticos y la polémica por el piso de Lage tensaron la relación en los últimos meses
19 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El PSOE y el BNG acordaron en junio del año pasado un pacto que permitió la investidura de Inés Rey con alcaldesa, aunque ya hubo discrepancias desde el primer minuto. Año y medio después llega la primera rotura, impulsada por el BNG, que culpa a los socialistas.
la alcaldía
Sin opción a un bipartito. Las diferencias por el pacto de investidura no tardaron en aparecer, de hecho, surgieron desde el momento posterior a la firma del acuerdo. El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, se mostró contrariado por la negativa de los socialistas a estudiar un posible gobierno de coalición. «Non é certo que chegaramos a un acordo para un goberno en solitario do PSOE, a fórmula de goberno non foi obxecto de negociación ao longo destes días», dijo Jorquera entonces.
El pacto
Acuerdos a corto, medio y largo plazo. Ambas formaciones sellaron un pacto en el que se estipulaban una serie de medidas que abarcan todas las áreas municipales y, a mayores, algunas transversales. Para todas ellas se realizó una propuesta de calendario: a corto plazo (seis meses), a medio plazo (dos primeros años de mandato) y a largo plazo (todo el mandato). Todos quedaron recogidos en un documento firmado por Inés Rey y Francisco Jorquera.
Desencuentros
Incumplimientos del documento. Durante el último año y medio, el BNG fue insistente con el gobierno local por los asuntos del pacto de investidura que no se estaban cumpliendo. La investigación por el caso STL, la ordenanza de terrazas, la licitación del nuevo contrato de la planta de Nostián, el impulso del área metropolitana o la demanda para recuperar la casa Cornide son algunos de los asuntos que el Bloque reclamó en diversas ocasiones al gobierno local. En otros, como la modificación del PGOM en As Percebeiras, consideran que se tardó bastante.
El piso de Lage
Una grieta en la relación. El BNG fue muy persistente en sus críticas hacia la actuación del portavoz municipal por lo que considera que son «irregularidades» en unas obras que se efectuaron en una vivienda propiedad de José Manuel Lage, que terminó compareciendo en el pleno para defenderse de las acusaciones de la oposición. «Non é exemplarizante que o responsable de Planificación Urbana faga as obras sen licenza. O BNG cree que hai que asumir que se actuou irregularmente e a alcaldesa debe depurar responsabilidades», señaló en abril de este año Francisco Jorquera. No hubo consecuencias inmediatas, pero dos meses después la regidora anunció una reestructuración del gobierno acabando con las grandes áreas y planteando una distribución más horizontal de los concejales.
El IMCE
El ámbito cultural, caballo de batalla. Las discrepancias entre el PSOE y el BNG se extienden por prácticamente todas las áreas de gobierno, aunque una de las más enquistadas es la de Cultura, en la que los nacionalistas son especialmente persuasivos. El momento más delicado se produjo en mayo de este año, 12 meses después de las elecciones, cuando el BNG se plantó. La formación dijo basta a llegar a nuevos acuerdos con los socialistas hasta que no se hiciese frente a los 3,4 millones de euros que estaban pendientes por las fiestas del año pasado, un retraso que mermaba el día a día de la actividad de empresas y agentes culturales. El gobierno local reaccionó de manera inmediata con un cambio en la cuentas para cubrir esta deuda y el desencuentro no fue a más.
urbanismo
En contra del plan para As Xubias. El urbanismo es uno de los puntos en los que más chocan el PSOE y el BNG y el ejemplo más claro es el de As Xubias. El plan del gobierno local de regenerar el barrio con la intervención de un fondo inversor deparó que los nacionalistas llevasen el asunto al Congreso. La previsión de vivienda y el impacto sobre el eje ferroviario A Coruña-Ferrol fueron otros puntos de conflicto.
El presupuesto del 2024
La ejecución y los barrios, en el punto de mira. El PSOE y el BNG pactaron hace un año el presupuesto más alto en la historia de la ciudad. Ambos dieron por bueno el documento que sellaron, pero los nacionalistas no están de acuerdo con lo que se ha ejecutado hasta el momento, sobre todo porque consideran que se dejan en un segundo plano algunas de sus aportaciones, y a los barrios. En el pleno de ayer Jorquera mencionó algunas cuestiones, como mejoras en centros cívicos y bibliotecas, actuaciones en el castillo de San Antón y el castro de Elviña o intervenciones para humanizar calles. Así, la idea que defiende el Bloque es que el gobierno local dio prioridad a algunas actuaciones frente a otras, muchas impulsadas o apoyadas por el BNG.
Concentración de poder
Un recurso habitual. En cada comparecencia del BNG, ya sea en el pleno o en una intervención pública, es extraño no encontrar una alusión o referencia a lo que consideran «concentración de poder». Las críticas se centran de manera recurrente en la figura de Lage por ser portavoz y tener el control de varias de las concejalías de mayor peso, como Economía o Urbanismo. La modificación del gobierno del pasado verano acabó, en teoría, con esta estructura, pero desde el Bloque entienden que la realidad no varió mucho. Así, en el pleno ordinario de hace diez días preguntó por el decreto de proyectos estratégicos, al frente del que está el portavoz municipal. «Concentran nunha soa persoa todo o poder decisorio sobre os proxectos estratéxicos da cidade e converten en papel mollado a remodelación do goberno local feita en xuño pasado», explicó Jorquera sobre el documento.
El Bloque apoyó ayer al PSOE en dos modificativos, tres ordenanzas y el nuevo plan de pagos para el Novo Chuac
El anuncio del BNG de no apoyar unos nuevos presupuestos para el año que viene dejó en un segundo plano el contenido del pleno extraordinario en el que Francisco Jorquera adelantó la postura de los nacionalistas. Sin embargo, la formación apoyó al gobierno local en todos los asuntos, entre los que había algunos que habían sido negociados entre ambas partes.
El primero de los asuntos aprobado fue un modificativo de crédito que incluye 410.000 euros en inversiones para la urbanización de la Cidade das TIC y casi 800.000 para un plan de sostenibilidad turística. El PP, que había presentado alegaciones —desestimadas— a este documento, votó en contra, mientras que en otro cambio en las cuentas por valor de 10,7 millones de euros se abstuvo. En ambos, el BNG votó a favor aludiendo a su responsabilidad con cuestiones relevantes para la ciudadanía, aunque criticó algunas de las partidas que se dieron de baja. Durante el debate no faltaron reproches cruzados, pero el resultado final sirvió para evidenciar la dualidad en la que se tiene que mover el Bloque, que sabe que es clave para que el gobierno local saque adelante asuntos, pero tampoco puede extremar sus exigencias, ya que los socialistas perseveran en que el BNG no beneficiará al PP.
El montante total de este modificativo era de 10,7 millones de euros, de los que casi 8 eran para pagar a la Compañía de Tranvías cantidades adeudadas por las bonificaciones establecidas en el transporte público. También había 1,1 millones para las obras de urbanización en la Cidade das TIC y 660.000 para la Orquesta Sinfónica de Galicia, además de otras cuantías inferiores para BiciCoruña, la Escuela Municipal de Música o los conserjes de instalaciones deportivas.
El pleno también abordó modificaciones en tres ordenanzas fiscales: la de circulación, la de construcciones, instalaciones y obras y la de recogida de basura. Todas ellas fueron aprobadas con el respaldo del Bloque y la abstención del PP, que votó en contra de la de circulación. En esta y la de obras, los cambios afectan solo a aspectos técnicos del texto. En lo que sí habrá una variación será el recibo de la basura, que tendrá una rebaja del 10 % en el segundo trimestre para los ciudadanos como compensación por las molestias que causó la huelga en verano.
El retraso del hospital
El último punto del orden del día fue aprobado por unanimidad. Se trata de un cambio en el plan de pagos de los 22,2 millones de euros que el gobierno local aportará para los accesos al Novo Chuac y que viene motivado por los retrasos que están experimentando los trabajos. El Concello invertirá este año 547.681,73 euros, mientras que hasta ahora iban a ser 8 millones. En el 2025 se reduce de 10 a 5 millones y para el 2026 se destinarán 6,6. Finalmente, para el 2027 quedarán otros 10 millones. «Non imos tolerar ni un retraso máis nas obras», dijo Lage.