El juez envía a prisión al matrimonio propietario de la agencia de viajes de A Coruña que podría haber estafado a cientos de clientes

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Aseguraron que no actuaron con mala fe y alegaron que un gran número de reservas que realizaron se cayeron y tuvieron que pagar a los clientes con el dinero de otros

20 dic 2024 . Actualizado a las 09:19 h.

La titular del Juzgado de Instrucción número 5, en funciones de guardia, decidió enviar a prisión a los responsables de la agencia de viajes A&M Tours de A Coruña, que dejó tirados a cientos de clientes, la inmensa mayoría migrantes que se quedaron en tierra sin poder pasar la Navidad con sus familias.

Los detenidos declararon por separado y respondieron a todas las preguntas que les hicieron las partes. Defendidos por el penalista Ramón Sierra, aseguraron que no actuaron con mala fe ni con ánimo de engañar a nadie. Él se escudó en un problema con muchas reservas que realizaron y que luego se cayeron, por lo que devolvieron el dinero a unos clientes con los ingresos de otros. Frente al juez no culpabilizaron a la empresa mayorista con la que trabajan, como habían hecho hasta ahora ante las quejas de los damnificados. Esta vez el gerente del negocio responsabilizó a una de sus dos empleadas, «que pudo haber cometido varios errores», declaró.

También ambos hablaron de que tienen una póliza de seguro y que los afectados podrán recuperar su dinero. El problema es que las compañías, en caso de fraude o estafa, no se responsabilizan, según el abogado de la mayoría de los damnificados, Rubén Veiga.

La agencia de viajes está a nombre de la mujer, pero desde el pasado marzo no se ocupa de la gestión. Eso lo llevaba el marido. Lo que sí hacía ella era recibir en su cuenta la mayoría de los ingresos que hacían los clientes.

Que un detenido pase en comisaría tres días con sus noches antes de ser puesto a disposición judicial no es nada corriente. Solo ocurre en casos muy graves, cuando el investigado cometió un asesinato o agresión sexual. El motivo de tanto tiempo en el calabozo antes de sentarse ante el juez es que la Unidad de Delitos Económicos de la Policía Nacional necesitó tiempo para analizar los equipos informáticos de la agencia y sus movimientos bancarios. Los investigadores necesitaban reunir todas las pruebas para apuntalar la acusación.

Un numeroso grupo de afectados han decidido hacer piña y crear una asociación de damnificados y contratar a un abogado que les represente en la causa. Decidieron contar con los servicios del penalista Rubén Veiga, que ayer mismo se personó en el caso y asistió a la comparecencia ante el juez de los dos detenidos.

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Varios de esos afectados se concentraron frente al acceso del juzgado de guardia. «Queremos volver a verle la cara», decía uno de ellos. Están tan destrozados como malhumorados. Les resulta imposible encontrar la razón que «llevó a ese matrimonio a engañar a tanta gente y dejarnos sin Navidad, que para muchos de nosotros era un sueño que teníamos desde hace muchos años», dice María del Rosario, que el jueves pasado se presentó en el aeropuerto con su hija para viajar a Perú y le dijeron que los billetes no habían sido abonados. «Me cobró hasta las dos maletas que llevábamos a mayores con regalos. 120 cada una. En total, fueron 2.600 euros», añade.

En el juzgado de guardia también estaba Esteban con su hija. Es gallego casado con una dominicana. Su esposa viajó el mes pasado y ellos lo iban a hacer ayer para pasar la Navidad todos juntos. Pero días atrás descubrieron que sus billetes no estaban validados. Su mujer sí pudo tomar el vuelo, pero al comprobar si el billete de vuelta era válido se encontró que no había sido abonado por la agencia. Así que tuvo que comprar en su país otro pasaje para volver en enero. «Nos hizo polvo. Teníamos mucha ilusión. Ya no es el dinero, que también, sino los daños morales que este hombre ha causado», dice.