Los cambios en el proyecto impedirán que la nueva avenida esté finalizada antes del 2021
10 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En abril del 2017, cuando el Gobierno aprobó sus presupuestos para ese año, preveía gastar 21 millones de euros en la ampliación de Alfonso Molina. Según esa previsión, Fomento haría frente a todo el gasto, desembolsando fondos hasta bien entrado el 2020, cuando debía quedar lista la obra tras una última anualidad de tres millones de euros.
Esos plazos continúan vigentes, pero difícilmente se cumplirán. Se plantearon con la premisa de que en el 2017 se ejecutarían las expropiaciones, pero por ahora ni se ha iniciado ese trámite.
Así, casi con total seguridad, la ampliación de la avenida no estará lista como mínimo hasta el 2021, mientras que la mejora del puente de Rande en Vigo y de los accesos de Santiago, que se iban a desarrollar en paralelo, ya han entrado en funcionamiento.
El retraso se suma a la larga lista de demoras que ha sufrido la mejora de Lavedra, una obra demandada durante décadas que en los últimos años se ha visto afectada por los enfrentamientos políticos y las modificaciones en el proyecto inicial de Fomento a instancias del Ayuntamiento.
En tiempos del socialista Francisco Vázquez la ampliación ya se consideraba una prioridad. Fue el también socialista José Blanco, entonces ministro de Fomento, quien encargó la redacción del proyecto inicial en el 2009 y lo expuso al público en el 2011, aunque las obras no podrían empezar hasta que estuviese finalizada la tercera ronda.
Los nuevos gobiernos del PP mantuvieron la planificación, pero la tercera ronda -ejecutada a toda prisa en esos años- no fue inaugurada hasta marzo del 2015, en los estertores del mandato. Todo parecía listo para iniciar los trámites ese mismo año, pero tras las municipales de mayo, el nuevo gobierno local de la Marea rechazó el plan de Fomento.
El ejecutivo local pretendía que no se ampliase la avenida a cuatro carriles, limitar la velocidad a 50 por hora, plantar árboles en la mediana o dedicar al transporte público uno de los tres carriles actuales por sentido de la circulación. El BNG se sumó a su reclamación de que Lavedra se convirtiese en una «avenida urbana». El PSOE dio un giro a su posición histórica y, a pesar de que solo unos meses antes reclamaba acelerar las obras y de que el proyecto de Fomento era suyo, asumió la mayor parte de los planteamientos de la Marea.
En noviembre del 2015, los socialistas completaron su giro y llevaron al pleno una moción que exigía a Fomento cambiar sus planes. Paradójicamente, el PP se quedó solo defendiendo un proyecto que había sido redactado en tiempos de una de sus bestias negras, José Blanco.
La discusión sobre la avenida ocupó lo que quedaba del 2015, el 2016 y el 2017, mientras Fomento ejecutaba con fondos de Audasa las obras de Rande y Santiago. El escenario político apenas se ha movido, y sigue produciendo paradojas. El lunes, el pleno se opuso a que el Ayuntamiento acelere las expropiaciones que necesitará la ampliación. Fue otra propuesta del PP. La rechazaron el BNG y la Marea, que este sábado tiene el dilema de sumarse o no a la manifestación de los alcaldes de la comarca que reclaman mejoras en los accesos. El PSOE se abstuvo, pero volvió a criticar el proyecto que redactó hace menos de una década.
García Seoane pide implicación a María Pita y se moviliza el Consorcio
El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, promueve una concentración este sábado, a las 12.30 horas delante de la Delegación del Gobierno, para reclamar la contratación urgente de las mejoras para los accesos a A Coruña, aunque ayer consideró que debería ser el gobierno de María Pita el que liderara el acto. García Seoane cuestionó ayer que el regidor cullerdense, José Ramón Rioboo, proponga que sea la Comisión de Obras Públicas del Consorcio el que debata el tema, ya que asegura que Culleredo la preside y «leva máis de 15 anos sen convocar». La respuesta llegó ayer mismo por parte de Rioboo que solicitó una convocatoria inminente como paso previo a emprender protestas.