Los retrasos tumban el principal contrato para el área metropolitana

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

PACO RODRÍGUEZ

El anterior gobierno no logró resolverlo en dos años y el pliego se quedó desfasado

12 mar 2020 . Actualizado a las 19:11 h.

El Ayuntamiento ha tenido que desistir del principal contrato lanzado en el anterior mandato para poner en marcha el área metropolitana de A Coruña. Fue licitado con un importe de casi 490.000 euros el 7 de abril del 2017 por el ejecutivo de la Marea Atlántica, que no logró terminar el proceso en los dos años siguientes. En ese tiempo se aprobaron varias leyes que afectan al contenido de los pliegos, que se han quedado obsoletos. Por lo tanto, el actual ejecutivo solo pudo renunciar al proceso, como aprobó ayer la junta de gobierno.

Los pliegos debían servir para contratar un «servicio de apoyo para la redacción de un instrumento de aproximación a las determinaciones de planificación integrada y gobernanza territorial del área urbana de A Coruña y de su contorno metropolitano». Se trataba, en resumen, de contratar a una empresa privada la redacción de un documento base con el que poner en marcha la creación del área. El adjudicatario iba a disponer de dos años para completar esa tarea, pero nunca pudo ponerse a ello.

El proceso de contratación avanzó, al principio, con cierta celeridad. En mayo del 2017 se nombró un «comité de expertos» con el fin de valorar las ofertas que se presentasen. Estaba formado por dos funcionarios de A Coruña y una del Concello de Oleiros, que fue junto con el anterior gobierno uno de los grandes promotores del proyecto del área metropolitana. Las ofertas se abrieron en verano de aquel mismo año, y empezaron los problemas. En octubre se decidió abrir una «pieza separada» sobre una de las firmas ofertantes, Oficina de Planeamento S.?A., porque había participado en la redacción de los pliegos del concurso. Para analizar la cuestión se solicitó un informe al comité de expertos.

En diciembre, la funcionaria de Oleiros que formaba parte del organismo comunicó su renuncia.

La mesa de contratación abordó la cuestión, y su decisión fue contratar una empresa privada para decidir sobre la cuestión.

Se desconoce qué ocurrió con esas propuesta. Pero en abril la mesa de contratación presidida por la Marea decidió que fuesen sus miembros los que analizasen la situación. No se volvieron a ver hasta octubre de aquel año. Tanto el interventor municipal como la jefa del servicio de Contratación consideraron que la empresa debía ser excluida. Todo lo contrario opinó la directora de la asesoría jurídica, una persona de la máxima confianza del anterior alcalde, que rechazó que existiese una incompatibilidad.

Su criterio no se impuso, y se decidió excluir a la empresa. Pero esa decisión no se efectuó hasta noviembre. A esas alturas el ritmo de tramitación ya se había derrumbado. La renuncia de la funcionaria de Oleiros, anunciada el 5 de julio del 2017, no se llevó a la mesa de contratación hasta el 21 de febrero del 2019. Se decidió consultar a los demás expertos si querían continuar. En abril se nombró a otros nuevos, a esas alturas ya se sabía que Oficina de Planeamento había recurrido su exclusión en los juzgados. La contratación quedó parada.

Tras examinar el expediente, el nuevo gobierno detectó que los pliegos habían quedado obsoletos tras la entrada en vigor de varias leyes en los años 2018 y 2019. Además, los técnicos municipales señalaron que su redacción impide prorrogarlos o adaptarlos a nueva normativa. Tras dos años perdidos, el actual gobierno local deberá formular una nueva estrategia.

El pleno de los municipios de la zona iba a tener más escaños que la Diputación

El área metropolitana fue uno de los principales proyectos del anterior gobierno local. La Marea inició, y en algunos casos adjudicó, contratos que sumaban más de medio millón de euros para impulsar esa iniciativa, a pesar de que nunca contó con el apoyo del pleno -el plan no convencía ni al PP ni al PSOE- ni de todos los municipios de la comarca. Uno de los primeros en descolgarse, por varios motivos, fue el Concello de Arteixo. Por un lado, apostaba por integrar también a Carballo y A Laracha, claves en el desarrollo industrial de la provincia. Por otra parte, consideraba innecesario ese desembolso en contratos de asesoría, y apostaba por impulsar los proyectos compartidos antes que por crear nuevas entidades políticas. La experiencia respaldaba la postura de Carlos Calvelo. La mancomunidad de la que se habló durante años quedó en nada, y el Consorcio As Mariñas sufrió numerosos problemas internos.

Pero se optó por impulsar entes políticos. En octubre del 2017 se planteó incluso la creación de un pleno del área metropolitana, que contaría con 51 escaños, 20 más que la Diputación, y el correspondiente desembolso en funcionarios, asesores, directivos, gerentes y comisiones. El proyecto nunca se hizo realidad.