Nadie da el paso en O Couto de Oleiros

Toni Silva OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

CESAR QUIAN

Los vecinos piden señales para cruzar esta vía próxima a Santa Cruz. El Concello se niega a asumir el tramo de la Xunta, algo que sí aceptó en otros puntos de la AC-173

27 feb 2022 . Actualizado a las 21:50 h.

Los vecinos de O Couto son muy tenaces. En noviembre pasado anunciaron un calendario de protestas cada lunes a las dos de la tarde. Y, lejos de diluirse, cada semana hacen más ruido. Piden un paso de peatones que les permita cruzar de forma legítima entre las paradas de autobús. Pero aquí está la trampa. El dibujo de cebra en el asfalto generaría una falsa seguridad que podría acarrear consecuencias dramáticas tal y como está diseñada esta vía interurbana. El paso de peatones debe ir acompañado de otras medidas que permitan cruzar con garantías.

En cada casa de este lugar próximo a Santa Cruz cuelga una pancarta contra la Xunta, porque suya es la titularidad de la carretera AC-173. Pero la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) ya ha dejado claro que pintar un paso peatonal es lo último que haría. De hecho, hace tres años borró otro existente. Alude a la Orden Circular 1/2008 que requiere determinadas condiciones: que la velocidad no sea superior a 50 kilómetros por hora (actualmente el límite está en 70 «e non se considera axeitado reducila tendo en conta as características do treito», explican desde la AXI); que se cumplan las condiciones de visibilidad ante el futuro paso de cebra (hoy está permitido que los vehículos puedan adelantar en el sentido ascendente); que el tramo cuente con aceras (las tiene); que se restrinja el aparcamiento lateral de la calzada 10 metros antes del paso en cada uno de los sentidos; y que el paso cuente con iluminación. La Xunta también considera la amplitud de la vía y la dispersión de las casas como otro elemento en contra. «A configuración do treito non facilita a comprensión dos condutores de atoparse nun treito urbano no que podería existir un paso de peóns», concluyen en su informe el jefe del Servizo Provincial de la AXI, Felipe de la Vega Gándaras y la jefa de la sección técnica, Tamara López Vázquez.

La Ley de Carreteras de Galicia determina que la Xunta se hace cargo de las vías interurbanas. Por eso propone al Ayuntamiento de Oleiros la cesión de este tramo para que lo reconvierta y acondicione en una vía urbana. El alcalde, Ángel García Seoane, mostró su negativa de forma enérgica a esa solución: «Non imos tragar, señora Ethel, non se pode dicir publicamente que se pasa un treito ao Concello, o que non queren é buscar solucións».

Numerosos ejemplos

Pero lo que ofrece la Xunta no es precisamente una operación de ciencia ficción en Oleiros. Ni siquiera en la misma carretera AC-173. En agosto del 2017 se transfirió al Concello un tramo entre Perillo y Santa Cruz (pk 0+000 a 4+300), lo que se calificó como «una cesión coherente con su tránsito a lo largo de trechos urbanos». Más recientemente, en noviembre del año pasado, y también en la misma carretera, el Concello de Oleiros asumió 300 metros entre Rialta y Lourido. En el mismo decreto se incluía el traspaso de 40 metros en la AC-181 entre Santa Cruz y Oleiros. Hay más casos en este municipio con carreteras de la Xunta. En el 2018, Oleiros pidió a la Consellería de Infraestruturas la transformación de un tramo de medio kilómetro en la AC-175 (avenida Rosalía de Castro, en Perillo). «La Administración local aceptó el cambio de titularidad para favorecer la explotación de la vía desde el punto de vista municipal», señalaron entonces. El informe recogía que el tramo en cuestión tenía «un carácter eminentemente urbano».

Pero en O Couto, el alcalde ni ha pedido ni acepta asumir la titularidad del tramo para poder adaptarlo a una circulación urbana en la que pudiera encajar el paso de cebra que llevan meses reclamando sus vecinos.