En Well Street desmontan el mito de que la edad y el deporte están reñidos

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

OLEIROS

Son un gimnasio atípico que se enfoca hacia la recuperación, la salud y el bienestar. Su perfil de cliente es poco habitual: mayores de 55 años que quieren recuperarse de una lesión, dolencias y hacer un mantenimiento del cuerpo adecuado y personalizado

09 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año Well Street abrió sus puertas en Santa Cruz con una cartera de ochenta clientes y un equipo de apenas tres personas. Lo integraban los socios que impulsaron este atípico gimnasio, Yago López y Álvaro Díaz, y otro monitor contratado por diez horas a la semana. Hoy sus clientes se han triplicado —tienen alrededor de los 250—, la plantilla ha crecido hasta los ocho empleados y están planteándose la opción de expandirse, tanto físicamente con un segundo local, como de un modo tecnológico, de ahí que estén explorando las nuevas vías que podría ofrecer el fitness y buscando empresas de software que pudieran estar interesadas en el proyecto. 

«La idea era abrir un espacio enfocado a gente que no le gustase el deporte demasiado. Desvincularnos de tópicos y típicos gimnasios y enfocarlo a la recuperación, la salud y el bienestar», explica Yago López. Y dieron con la tecla. Su perfil de clientes nada tiene que ver con jóvenes hipermusculados. Son más bien mayores de 55 años que, o bien tienen alguna dolencia y buscan mejorar, o simplemente quieren hacer algún tipo de actividad física para evitar lesiones y de paso llevar a cabo un mantenimiento general del cuerpo. «El problema muchas veces está en que, a pesar de tener interiorizado lo positivo y beneficioso que es el deporte, desconocen qué ejercicios son los más adecuados, cómo deben hacerlos y les faltan estímulos», reconoce. Basándose en esos pilares y recurriendo a profesionales más que capacitados —todos son titulados de INEF a los que se les imparte una formación específica— realizan clases dirigidas con grupos integrados por seis personas como máximo que están teniendo gran acogida entre los que están próximos a jubilarse.

Es precisamente en ese grupo de edad donde intentan romper el mito de que el ejercicio físico está contraindicado o que incluso podría causar lesiones. «Obviamente si se realiza sin supervisión puede ser contraproducente, pero bien pautado resulta más que positivo a la hora de una rehabilitación o recuperación», sostiene el empresario. Por eso, cuando un nuevo cliente cruza las puertas de Well Street se somete a una «especie de ITV» en la que se analizan factores como los rangos de movilidad, el estado de los grupos musculares o los antecedentes médicos y deportivos. En función de los resultados obtenidos se elabora un entrenamiento específico. «Para nosotros la personalización es muy importante. Y además, así ayudamos a que hagan deporte de una manera segura, constante y adaptada a sus necesidades», añade. Entre las mejoras que se consiguen, López enumera algunas como la fuerza, el equilibrio o el estado mental, tres aspectos fundamentales para poder llevar una buena calidad de vida. «Las clases para mayores de 65 son, sin duda, las de más risas con diferencia», concluye.