Alejandro Mosquera dejó la arquitectura para reinterpretar barajas, matrioskas y puzles: «Convertí 'Las Meninas' de Velázquez en una foliada»

L. G. V.

VIVIR A CORUÑA

Víctor Formoselle

Este coruñés se dedica en exclusiva a la creación de juegos de mesa que conquistan a la generación Z mirando al pasado popular gallego. «Lo tradicional es tendencia porque nos hemos dado cuenta de que las referencias de la globalización son vagas y frívolas»

25 ene 2024 . Actualizado a las 18:42 h.

Seguramente Alejandro Mosquera nunca pensó que los esfuerzos dedicados a la carrera de Arquitectura le iban a reportar menos beneficio que reinterpretar juegos de mesa. Con 31 años, este coruñés amante de la pintura y el dibujo empezó a tomarse en serio lo de vender sus creaciones cuando el padre de un amigo le encargó una «baralla galega»; o lo que es lo mismo, un juego de cartas tradicional que versionaba la tradicional española para ilustrar en 40 cartas parte de la cultura gallega desde un punto de vista humorístico. Ahí estaban —y están— presentes la vieira, la cunca, el fouciño y el pimiento de Padrón.

El boca a boca hizo que sus allegados se empezasen a interesar por este juego, y decidió comenzar a venderlo en mercadillos y algún otro comercio que aceptó su propuesta. Así que como tenía diferentes ilustraciones de temática popular gallega se lanzó a crear una página web e inventar nuevos juegos de mesa que, ahora, triunfan incluso en esa generación Z que a veces parece no saber vivir sin el teléfono móvil. 

«As 7 Familias Galegas es uno de los juegos que más gustan. Es una reinterpretación del clásico Familias de 7 países pero con el ojo puesto en oficios tradicionales de la sociedad gallega trabajadora». Incorporando elementos actuales, no son pocos los que se divierten con un juego en el que cada profesión —agricultores, marineros, madereiros o artistas— se distingue por un color, símbolo y apellido referente a su oficio.

Los amantes de los puzles encuentran en los de Mosquera absolutas obras de arte. Uno de los más demandados es el que le da una vuelta de tuerca al emblemático cuadro de Las Meninas de Velázquez. «Quise apartar la corte de Felipe IV y ese ambiente aristocrático para ofrecer una imagen más costumbrista de una foliada», comenta mientras añade que entre sus referentes se encuentran Picasso y el coruñés Jorge Cabezas. 

A su ramillete de productos, donde no faltan ilustraciones, camisetas, pendientes, hay que sumar también unas matrioskas gallegas que, en este caso, son mujeres del entorno rural que cargan sobre su cabeza una cesta con pimientos de Padrón.

Según este arquitecto, la fusión entre lo ornamental y lo lúdico es clave para entender el éxito de sus piezas. A lo que hay que añadir que los juegos de mesa están viviendo un revival que precisamente Mosquera enfatiza añadiéndoles ese punto de tradición que también goza del interés más mainstream. «Lo tradicional es tendencia porque nos hemos dado cuenta de que las referencias de la globalización son vagas y frívolas. Además, hasta hace poco en las poblaciones urbanas no había lugares comunes para poner en valor nuestro pasado, pero tampoco lo buscábamos. Ahora sí».