Colas en A Coruña por un café y una trenza de Doña Bárbara: «Pueden esperar 15 minutos, pero lo entienden»

VIVIR A CORUÑA

Cola de clientes que se forma en la cafetería Doña Bárbara (Alcalde Alfonso Molina, 3).
Cola de clientes que se forma en la cafetería Doña Bárbara (Alcalde Alfonso Molina, 3).

Yeli Andrade y Andrés Guerrero se levantan a las cuatro de la mañana para dar servicio a la gran afluencia de clientes que tienen los fines de semana

10 feb 2024 . Actualizado a las 22:59 h.

Yeli Andrade y Andrés Guerrero abrieron hace apenas tres años la cafetería de especialidad Doña Bárbara (Alcalde Alfonso Molina). Sin embargo, ya atesoran todos los fines de semana una peregrinación de clientes, con ganas de un buen café —de esos que no necesitan azúcar— y una pieza de repostería artesanal. El precio: aguardar una nutrida cola de fieles. «La gente puede esperar 15 minutos para tomarse un café pero lo entiende», explica Andrés.

La clave de la espera es el mimo que sus dueños ponen al oficio: «Solo tenemos cuatro manos y todo pasa por nosotros». Los fines de semana se levantan a las 04.00 horas para poder tener lista la repostería a las 09.30 horas. El producto estrella son las trenzas de canela —«Es lo más vendido», dice—, pero también triunfan con sus galletas, los bizcochos de plátano o la tarta de zanahoria.

«Lo que más nos ha costado es establecer bien la logística, seguimos buscando ser lo más eficientes posibles», cuenta. En ese reto también está el acabar con la vitrina de dulces vacía. «Intentamos calcular que lo que hagamos se venda, la gente lo sabe y también le gusta».

La otra parte del pastel está en los cafés. Andrés, el barista, no duda en dedicar el tiempo que sea necesario: «Cada uno tiene su receta, medimos los milímetros y los gramos de café de especialidad». El resultado es una larga y paciente espera por parte de cada cliente. «Si la gente espera y recibe un producto con cariño, luego lo entiende. Nunca hemos tenido problemas con la cola», asegura Andrés.

La apuesta por el café de especialidad ha ido creciendo en los últimos años en A Coruña. Esta variedad no es otra cosa que un café que ha sido cultivado y recogido de manera natural, que tiene un tueste personalizado y una exhaustiva trazabilidad desde el origen. Además, debe ser 100 % arábica. Es una nueva tendencia muy extendida en países de Centroeuropa o en Australia, que llegó a España hace una década y que en A Coruña cada vez tiene más adeptos, tanto empresarios como clientes.