Emprender entre amigos en A Coruña: «Si no hay confianza los negocios no funcionan»

VIVIR A CORUÑA

Noelia Fernández y Diego Grobas, propietarios de La Granja.
Noelia Fernández y Diego Grobas, propietarios de La Granja. ANGEL MANSO

Noelia Fernández y Diego Grobas subirán la persiana de un nuevo local de pollos asados el próximo 7 de marzo en la plaza de Vigo

02 mar 2024 . Actualizado a las 19:34 h.

Noelia Fernández y Diego Grobas son amigos de toda la vida y autónomos durante casi el mismo tiempo. Ella tiene una asesoría y él un taller de reparación de vehículos, pero se han unido para emprender un negocio juntos en el sector de la hostelería, nada relacionado con su experiencia. «Teníamos ganas de probar y surgió la oportunidad», dice Noelia.

Este nuevo camino lo recorren gracias a que se quedó libre un pequeño bajo de la plaza de Vigo, en la calle Federico Tapia. Llevaban bastante tiempo con el objetivo de conseguirlo. «Yo llevo detrás de este bajo desde hace cuatro años o más», relata Diego. La buena noticia llegó el pasado año. «Nos llamaron a principios del verano y nos lanzamos a alquilarlo», añade.

No tuvieron dudas en comenzar este nuevo reto juntos, asumen que su buena sintonía es un punto a favor: «Si no hay confianza los negocios no funcionan». Más dudas hubo sobre el qué. El marco que establecieron fue un local de restauración —«Vemos la hostelería como una necesidad de la gente para desconectar de sus problemas», dice Diego—. Y valoraron, entre otras opciones, poner una hamburguesería de barrio o un local de pollos asados. «Hicimos un estudio de mercado y lo de los pollos fue el negocio que más gustó», dice Noelia.

Los nuevos hosteleros cuentan que no hay negocios similares cerca y que el pollo asado es un producto que gusta a todo el mundo. «Es sano, saludable y encaja en todas las edades. Además, es barato», explica Diego. Además, la carta contará con recetas especiales para niños o artículos como pan bao con pollo. Y han implementado una estrategia de imagen, centrada en el diseño del local y el packaging, que se aleja de los establecimientos similares del sector.

Noelia y Diego ultiman estos días la apertura del próximo siete de enero. Están nerviosos pero confían en que les vaya bien. Tienen un año por delante para rodar el negocio, pero la sensación es buena. «Tenemos amigos que tienen restaurantes y la verdad que les parece un ideón que va a salir adelante», sentencian.