A Coruña entra en la era del «Linkedin inmobiliario»: ¿quién puede acceder hoy a una vivienda?

VIVIR A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Los expertos alertan de que encontrar piso cada vez se parece más a la búsqueda de empleo. Solo unos perfiles concretos consiguen techo, mientras pensionistas, familias con mascota y recién llegados a la ciudad suelen quedarse fuera de juego

12 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cuentas no salen. Con el metro cuadrado en A Coruña a 10 euros, las inmobiliarias sin apenas pisos y una demanda que se multiplica pensando en el arranque del curso escolar, solo unos concretísimos perfiles cumplen los estrictos requisitos que les permiten acceder a las llaves de una vivienda. La búsqueda de un techo se ha convertido en una suerte de Linkedin inmobiliario. Ya no basta con tener una nómina; de hecho, las condiciones se han vuelto tan rígidas que los propietarios empiezan incluso a pedir referencias a sus potenciales inquilinos de arrendadores anteriores.

Explica este fenómeno Mario Losada. «Nos llaman todos lo días preguntando por alquileres, y eso que nosotros no trabajamos esta modalidad, pero da igual, porque la gente está desesperada. Es normal, porque a la escasísima oferta de inmuebles se suma que pocos candidatos son, entre comillas, ideales. Por un lado tienen que cumplir la regla del 30 % —el coste del alquiler no debería superar el 30 % de los ingresos brutos mensuales—; deben demostrar que van a cuidar la casa contándoles de todo, desde su forma de ser hasta en qué consiste su trabajo y quién es su familia. A esto hay que sumarle que cada vez más propietarios piden referencias de otros arrendadores, una especie de reseñas sobre los candidatos».

El copropietario de la firma inmobiliaria Losada & Co explica que, en la actualidad, son muchos los perfiles que se quedan fuera del mercado en pro de unos candidatos más idóneos. «Lamentablemente alguien que está buscando piso por primera vez lo tiene complicado; también aquellos que no pueden demostrar una estabilidad laboral o incluso pensionistas, porque las compañías que se dedican a gestionar seguros de impagos no los suelen avalar fácilmente». En contraposición, indica, se encontrarían esos trabajadores que trabajan en grandes multinacionales asentadas en A Coruña y su área metropolitana, y también funcionarios.

 

Antonio Correa, que está al frente de BackHome, confirma las palabras de Losada. Y ambos añaden a la lista de candidatos no demasiado deseables aquellos que buscan piso con una mascota. De hecho, Correa es tajante: «Estas personas lo tienen muy complicado». En A Coruña hay más mascotas que niños, lo cual deja una fotografía espeluznante para aquellas familias que viven con animales de compañía y quieren mudarse, o para quienes simplemente se plantean adoptar un perro o un gato. La cuestión es que los menores tampoco son especialmente bien recibidos en los pisos de alquiler. «Una familia monoparental no es candidata ideal», comenta Losada, y explica que tener solo una nómina y los gastos que acarrean una o varias criaturas no generan confianza. Por eso, para este experto es fundamental que «se ayude a las promotoras a edificar pisos de uno y dos dormitorios para gente joven o nuevos modelos de familia, que puedan garantizarse un techo».

Los estudiantes son un caso aparte en este panorama, en general, desolador. «Para un inversor son la bomba porque suelen dejar el piso libre en la época estival, y pueden dedicar el inmueble al uso turístico. Sin embargo, un propietario que lo quiere cuidar y ahorrarse conflictos huye de este perfil». En el imaginario colectivo, cuando se habla de estudiantes, están aquellos jóvenes que se forman en la facultad o en un centro de Formación Profesional. Pero este grupo abarca perfiles como los opositores o doctorandos que, como afirma Correa, «también lo tienen complicado para encontrar piso por sus condiciones económicas».

Manuel Conchado, de la inmobiliaria Conchado Puente, invita a plantear otro enfoque para este reportaje: «¿A quién le tienen miedo los propietarios?». Él mismo responde: «A esos inquilinos que puedan dejarlos luego desprotegidos, porque las políticas actuales no velan por el propietario». Se refiere a ese epígrafe de la Ley de Vivienda que dice que las familias con menores pasan a estar en situación de vulnerabilidad, y las protege en caso de impago. Con todo, este especialista culpa a las viviendas de uso turístico (VUT) de la situación que vive actualmente el mercado inmobiliario: «Hay muchísimos menos inmuebles disponibles por todos los que se reconvierten en pisos vacacionales, y esto además de mermar la oferta, hincha los precios».

Galicia llegó al verano con casi 5.000 pisos turísticos más que hace un año. Concretamente en A Coruña son casi 1.300, con más de 6.000 plazas en total.