Marcelo Rodríguez, el zapatero de Cristina Pedroche: «La gente vio que éramos capaces de hacer cosas diferentes»

VIVIR A CORUÑA

Marcelo Rodríguez hizo los zapatos que Cristina Pedroche llevó durante las campanadas del pasado año.
Marcelo Rodríguez hizo los zapatos que Cristina Pedroche llevó durante las campanadas del pasado año. ANGEL MANSO

En enero, el profesional transformará su local en un taller de la ronda de Nelle de A Coruña y se centrará en crear calzado desde cero y al gusto del cliente

31 dic 2024 . Actualizado a las 09:34 h.

Marcelo Rodríguez fue el creador del calzado que Cristina Pedroche lució durante las campanadas del año pasado. Este logro marcó un antes y un después para su taller, Zapatería Rodríguez (Nelle, 103), y se convirtió en el impulso que Marcelo, zapatero desde los 13 años, necesitaba para dedicarse por completo a su verdadera pasión: la creación de zapatos a medida.

—¿Cómo terminó siendo el zapatero de Cristina Pedroche?

Fue Paula Ulargui, la diseñadora del traje que llevaba, quien contactó conmigo. Ya habíamos trabajado juntos en otros proyectos, y me propuso colaborar. Al principio dudé, pero al final accedimos. Le pedimos a Paula que le hiciera el contorno del pie a Cristina para poder trabajar con las medidas. Yo no tuve contacto directo con Cristina Pedroche; todo fue gestionado a través de Paula.

—¿Qué repercusión tuvo?

—Fue enorme, incluso un poco abrumadora para alguien como nosotros. Ya teníamos bastante trabajo en ese momento, pero gracias a la colaboración con Cristina Pedroche, el negocio del calzado a medida creció mucho. La gente vio que éramos capaces de hacer cosas diferentes, incluso en madera. Nos abrió las puertas a proyectos muy variados.

—¿Qué otros trabajos han hecho?

— Hacemos casi cualquier cosa. Por ejemplo, un padre de Santander vino porque su hijo, que tiene una pierna más corta y usa prótesis, necesitaba unas botas de fútbol adaptadas. Fue un trabajo muy complicado, pero logramos hacerlo. También hicimos encargos especiales como unas botas altas blancas para una novia. A un niño de Ourense, con una dismetría de cuatro centímetros, le hicimos unas playeras estilo Camper. También replicamos los zapatos que llevó Dua Lipa en el concierto de Wembley para una chica de Oleiros, que además tenía problemas morfológicos en los pies. Y hay un señor de Ourense, al que le hicimos un zapato para el pie aunque no tiene pie. Tiene un muñón. Gracias un poquito a la Pedroche, pues ha venido todo eso.

—¿También se anima a diseñar?

— Es lo que más me gusta. De hecho, la idea es que el próximo año nos centremos más en hacer zapatos desde cero. Que la gente entre en mi taller y vea oficio. Quiero disponer de tiempo para poder hacer ese tipo de cosas. Ahora estamos tan abrumados de trabajo que no tienes tiempo ni para pensar.

—¿Va a reformar el local?

— Sí, vamos a cerrar a comienzos de año para hacer reformas, del 7 al 14 de enero. La idea es que todo el local que tenemos va a estar destinado a artesanía pura. La reparación irá en una zona más pequeña del local, va a estar cerrado para que no entre tanto polvo y tal. El proyecto también es hacer talleres y dar cursos. A mí me gustaría que pudiera venir cualquier persona. Muchos clientes vienen y les gusta ver cómo trabajamos.

—¿Le da miedo esta nueva etapa?

— Tengo 51 años y dije: «O lo hago ahora o no lo voy a hacer». Creo que puede funcionar y lo voy a intentar. Si sale bien, perfecto. Si no sale, pues no pasa nada. Gracias a Dios tenemos mucho trabajo y seguiremos trabajando. Pero no me quiero quedar con la espinita.

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—¿Vas a dejar la reparación?

— Lo que vamos a hacer es darle el valor real a reparar un zapato, porque el cliente no lo tiene por qué saber. Reparar, si lo quieres hacer bien, es complicado. Al final tiene que haber de todo. Zapateros que te pongan unas tapas, pero también alguien como nosotros, que te pueden rehacer un zapato casi desde cero.