No era muchos, pero eran muy conocidos. Algunas de las principales voces de la música española se plantaron ayer frente en Madrid frente al Ministerio de Industria, que dirige Miguel Sebastián, para exigirle que ponga fin a las descargas ilegales en la Red.
Los representantes de la industria musical española montaron un pequeño escenario para explicar que la actual legislación y lo que consideran una falta de dureza por parte del ministerio «están poniendo en peligro los empleos en el sector musical». Según cantaron «la música es cultura, pero también empleo».
Esta llamada de atención por parte de artistas como Loquillo, Luis Eduardo Aute, Chenoa o Antonio Carmona pretende explicar que las descargas ilegales de las redes de usuario a usuario, conocidas como redes P2P.
Además de manifestarse frente al ministerio los representantes del sector musical entregaron al ministro un escrito respaldado por más de 2000 firmas en las que, entre otras cosas, se advierte que el control de la considerada piratería comercial «no es suficiente» puesto que la mayor parte de las descargas se realizan en redes entre particulares.
Según Antonio Guisasola, que representa a la Asociación de Productores de Música de España, el ministro fue receptivo a las demandas del sector y, según el productor, «se ha comprometido a dar una respuesta de aquí a final de año. Guisasola señaló también que las medidas que se tengan que tomar «tienen que aplicarse ya porque la situación comienza a ser muy grave». Para los músicos presentes en la manifestación la situación de la industria ha superado el nivel de lo que se puede permitir. Loquillo ha explicado que el sector musical «tiene una parte considerable de industria, pero esa industria no puede funcionar si se pierden los empleos existentes». El cantante añadió que cuando desaparezca «la industria española ese espacio será ocupado por empresas foráneas».
Para Lolita es necesario concienciar a los usuarios de la que música es «cultura y es industria, pero es necesario que entiendan que hay pagar porque de lo contrario no habrá industrial, no habrá artistas y por lo tanto no habrá posibilidad de escuchar música y menos música española».