«La enseñanza del filme es aprender a verse en los demás»

CULTURA

27 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Camino de Santiago ya tiene su road movie . Siete días en coche desde París a Santiago tras los pasos de la primera mujer que peregrinó por esta ruta. Se titula La sinapsis del códice y su director es el joven director compostelano Pablo Iglesias. El proyecto nació como un documental y ha desembocado, según su autor, en un delírium trémens. La cinta, que cuenta en su reparto con Sara Casasnovas, Luis Tosar, Óscar Jaenada, Hugo Silva, Sergio Pazos y la modelo alemana Tessa Bergmeier, se estrenará mañana jueves en la capilla real del Hostal de los Reyes Católicos después de encomendarse al Apóstol en la misa del peregrino. -¿Qué ha querido contar en «La sinapsis del códice»? -Es una película muy rompedora, amable y divertida. Tiene mucho de autobiográfica porque cuenta la historia de una estudiante de cine de La Sorbona que descubre el Códice Calixtino y emprende el viaje de la primera mujer peregrina de la historia, la misteriosa Gildeberta de Flandes que menciona el Códice y cuya verdadera identidad acaba siendo la de la santa alemana Hildegard Von Bingen, un personaje fantástico que tuvo revelaciones de Dios, escribió libros sobre numerosas disciplinas y fue compositora. Pero el misterio de la película no reside en descubrir la verdadera identidad del personaje sino en cómo se revela ese misterio. -¿Qué es la sinapsis? -Haciendo la película entrevistamos a muchos peregrinos y todos ellos decían que la principal sensación en el Camino es la de estar todos juntos con firmeza. Esas uniones entre los caminantes están relacionadas también con las conexiones estelares de la Vía Láctea y a la vez con las sinapsis, que son las conexiones neuronales. Esta es una película con mucho trato humano y su principal enseñanza es aprender a verse en los demás. La ruta jacobea es como la ruta del bacalao, pero parando en iglesias y abriéndose a los demás para ver que todos somos iguales y que cualquier fe puede dar sentido a la existencia. -¿Es esta una cinta «dogma»? -Yo me formé hace diez años en el Colegio de Cine Europeo de Dinamarca en plena ebullición del dogma de Lars Von Trier e hice estudios digitales en la La Sorbona de París. Aquí utilizo un estilo propio del dogma, de cámara al hombro, para penetrar en la realidad y hacer sentir al espectador que todo es falso dentro de la realidad. La cámara es un personaje más que se encarga de enseñar el Camino al espectador. -¿Y la música? -Es una película mágica y con una música muy vanguardista. Hemos grabado el tema gregoriano de El sentido de la vida, de Hildegard von Bingen, con la cantante Ayelen Italia. También grabamos el poema Balada ingenua, que Lorca dedicó al Apóstol, y Manuel Riveiro ha compuesto un Ave María único para la película.