Zac Efron habla con los muertos

Daniel Roldán / Colpisa

CULTURA

El joven actor se sacude su pasado Disney con «Siempre a mi lado», un drama romántico lleno de espíritus.

13 sep 2010 . Actualizado a las 22:16 h.

Zac Efron habla muy bajito, como si no quisiera llamar la atención y desease ser una persona normal. Pero sabe que eso es imposible desde que pisó por primera vez el plató deHigh School Musical. Entonces, Zac murió y se convirtió en Troy, el jugador de baloncesto al que le gusta bailar y cantar. La película y sus dos secuelas convirtieron al joven californiano (22 años) en el póster más colgado de las habitaciones de las adolescentes de medio mundo.

Después la marabunta, Zac resucitó. Se quitó el ropaje Disney y se metió en Siempre a mi lado, un drama romántico lleno de espíritus que se estrena el 1 de octubre.

Basada en la novela La muerte y vida de Charlie St. Cloud de Ben Sherwood, la película se basa en la particular relación de dos hermanos (Charlie y Sam) aficionados a la vela. Cuando el pequeño muere en un accidente de tráfico, el mayor decide dejarlo todo (incluida una beca deportiva para estudiar en una prestigiosa universidad americana) para irse a vivir al cementerio del pueblo y poder hablar con su hermano todas las noches. «Creo que es un cobarde. Lo deja todo y no avanza», aseguró ayer. Sin embargo, su mundo cambia cuando Tess (Amanda Crew), una antigua compañera del instituto, regresa para preparar una vuelta al mundo en solitario.

Efron se mostró encantado cuando el guión cayó en sus manos.

Creía que era el papel perfecto para intentar olvidar su pasado más reciente. «Este personaje es mucho más oscuro que Troy. No me gusta pasar tanto tiempo en esta oscuridad. Echaba de menos la alegría del personaje de Troy», apuntó el actor mientras degustaba un plato de jamón y tostadas untadas en tomate. Además, había un hecho en su vida fundamental para elegir ese papel: «Me tocó mucho la relación entre los hermanos. Yo también tengo uno pequeño y me sirvió para entrar en el personaje». No obstante, reconoció que le costó mucho entender esa faceta del personaje, «la manera en que se retrae y se aparta del mundo» para hablar con el fantasma de su hermano muerto.

A pesar de esta espiritualidad y los contactos con el más allá, el actor estadounidense no cree mucho en el más allá. «La gente que queremos permanecerá siempre viva en nuestros corazones», contestó para salir al paso.

El actor californiano tiene claro que está película es el primer paso de su nueva vida interpretativa y que no piensa renegar o romper por las bravas con su pasado, como ha hecho su colega Miley Cyrus. La joven ha encerrado en el cajón a Hannah Montana para intentar convertirse en una actriz y estrella del pop. Él prefiere ir más tranquilo. «Haga lo que haga en mis próximas películas, mucha gente se preguntará por qué lo he hecho. Por eso no lo pienso demasiado», argumentó. Sólo quiere que le lleguen buenos guiones.

«Puedo elegir lo que quiera». Y si le gusta la idea pero quiere meter baza en el texto, también se ha convertido en productor.

Podrá controlar todos los aspectos de un film, elegir a los directores, a sus compañeros de reparto o incluso decidir a otros actores protagonistas. «Me gusta esta idea», confesó mientras jugaba con otra loncha de jamón.