Santiago Sierra, un «artista serio» que rechaza el Nacional de Artes Plásticas «por sentido común»
CULTURA
Al grito de «¡Salud y Libertad!», rechaza el galardón de un Estado al que considera «alineado con un imperio criminal» y que «dona alegremente el dinero común a la banca».
05 nov 2010 . Actualizado a las 19:47 h.No esperó a que se cumplieran 24 horas desde su designación como premio Nacional de Artes Plásticas para rechazarlo. El transgresor Santiago Sierra (Madrid, 1966) ha renunciado al galardón y sus 30.000 euros de bolsa por entender que quien lo concede (el Estado español) «instrumentaliza el prestigio del premiado». En una consecuente performance, Sierra lo rechazaba a través de un carta dirigida al ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que colgó en la página Contraindicaciones, plataforma que utiliza para difundir sus pronunciamientos este controvertido creador, especialmente crítico con el poder y radicado de nuevo en España tras una larga estancia mexicana. Sierra asegura que siendo «consecuente» con su actitud, aceptar el alto galardón institucional -el segundo en importancia tras el Velázquez- supondría renunciar a la enorme libertad que le ha otorgado el ejercicio de la creación artística. Es el primer galardonado que dice no a un premio que Cultura concede desde hace más de dos décadas.
«Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes» apunta irónico Sierra en un texto fechado en Madrid en «Brumaire 2010» y dirigido a la «Estimada señora González-Sinde». La misiva, remitida a la titular de Cultura y a varios medios, apareció colgada en la tarde del viernes en Contraindicaciones, una bitácora digital afín al artista y que se presenta como un medio de «política, arte contemporáneo, amarillismo, proselitismo, demagogia». A primera hora de la tarde del viernes la misiva no había llegado a la casa de las siete chimeneas, sede del departamento de González-Sinde.
No obstante, fuentes de la galería Helga de Alvear, con la que Sierra trabaja en España, confirmaron que la carta de rechazo había sido enviada por Sierra a Cultura.
«Es mi deseo manifestar en este momento -se lee en texto de Sierra- que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar». «Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio». Un galardón que a su juicio «instrumentaliza en beneficio del estado (sic) el prestigio del premiado». «Un estado -agrega Sierra- que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local».
«El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos» espeta el polémico Sierra a quienes lo premiaron. «Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores, No, Global Tour» concluye Sierra con una alusión a una de sus última piezas, una escultura de grandes dimensiones con la palabra 'No' con la que recorre el mundo desde hace dos años. Con el muy anarquista «¡Salud y libertad!» se despide de la ministra un Santiago Sierra que en la misma tarde del viernes volaba hacia Sídney, donde presentará en breve uno de sus proyectos.
Irónicamente, el jurado que premió al combativo y provocador Sierra lo hizo en la víspera reconociendo el valor de una «obra crítica», que «reflexiona sobre la explotación y la exclusión de las personas», y que «genera un debate sobre las estructuras de poder». Algo que según el jurado «se manifiesta en sus diversos proyectos desarrollados a lo largo de dos décadas».
Picasso de pacotilla
Más que reacio a hablar con la prensa, Sierra se sirve de la plataforma de Contraindicaciones para difundir unas tomas de postura a menudo tan vitriólicas como sus acciones. A través de este blog mantuvo un más que agria polémica con el mallorquín Miquel Barceló, a quien crucificó tildándolo de Picasso de pacotilla después de que el artista de Felanitx criticara a su vez la acción de Sierra en la Bienal de Venecia. Sierra tapió el acceso al pabellón español, ocultó la palabra España con bolsas de basura e impidió el acceso a quien no dispusiera de un DNI o un pasaporte español.
«Dice Miquel Barceló, que no le gustó que tapase la palabra españa (sic) con bolsas de plástico durante la bienal de Venecia. Su argumento, de tonto cerebral es que no se muerde la mano que te alimenta. Vamos a ver majete, por si te interesa vivo de mi trabajo y no de lamerle los huevos al poder como haces tú...» apuntaba Sierra en una carta colgada en Contraindicaciones en julio de 2009.
«Así que perro lo será quien ves en el espejo cada mañana, picasso de pacotilla . A mi ningún ricachón monárquico mallorquín me dice lo que tengo que hacer. Tu único mérito es tu asistencia a los mítines del partido privatizador pijo imperial a formar parte de la españa vacía de burgueses almodovarianos, ciegos, sordos y mudos. Llevo desde los años ochenta lamentando el sopor idiota de tus creaciones. Los genios no existen, pendejo!» «Con todos mis respetos Maestro. Miquel Barceló, un artista como la copa de un pino, pero de un pino bonsái» se despedía de su ¿colega?.