«Derrota y restitución de la modernidad: 1939-2010» llega a las librerías
25 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Habrá quien considere la afirmación exagerada, por supuesto. Quien diga, por tanto, con el mayor de los derechos y sin duda también con bastante razón, que todo canon literario es necesariamente subjetivo, puesto que para sostener que un libro es mejor que otro pocas más artes lo asisten a uno, además de la de emocionarse, que la de la comparación sincera. Pero incluso reconociendo que la verdad también anida en tal aserto, tendremos que aceptar (¿no les parece...?) que la monumental Historia de la Literatura Española editada por Crítica bajo la dirección de José Carlos Mainer, que ahora culmina con la aparición de su séptimo y último tomo (Derrota y restitución de la modernidad: 1939-2010, del que son autores Jordi Gracia y Domingo Ródenas), nos permite mirar con ojos nuevos el inmenso tesoro que la lengua castellana ha dado a las letras universales. Y que es precisamente la aparición de este último volumen, el que ayer llegó a las librerías, lo que fija la relación -por tanto, el catálogo- de lo que, puestos a hablar de libros, en verdad ha de ser muy tenido en cuenta en todo momento. Quiere decirse con todo este preámbulo, que tal vez se nos haya ido bastante más lejos de lo que debiera, que no merece más que elogios el grandioso trabajo de Gracia y Ródenas.
Sus 1.180 páginas, con varios miles de referencias entre obras del más diverso pelaje, publicaciones periódicas en las que con mayor o menor entusiasmo se habló de ellas y, sobre todo, una amplísima nómina de autores que abarca desde Juan Benet hasta Bernardo Atxaga; desde Ana María Matute y Delibes hasta Vila-Matas; desde Azorín hasta Antonio Muñoz-Molina.
De la contribución inmensa
Están también en el libro, ¿cómo no iban a estar?, y abordada su escritura con gran detenimiento, algunos de los gallegos que escribieron, permítasenos la licencia, el mejor castellano del siglo XX: Camilo José Cela, Gonzalo Torrente Ballester y Álvaro Cunqueiro. El primero de ellos, un Nobel de Literatura; premio que tanto el segundo como el tercero tuvieron bastante más cerca de lo que por lo general se piensa. Los tres son sometidos por Jordi Gracia y Domingo Ródenas al juicio de la historia, que el fin y al cabo es el del tiempo. Y cada uno lo supera, claro, a su manera.