El cineasta danés Lars Von Trier presentó ayer en Festival de Cannes su última película, Melancholia, que opta a la Palma de Oro. En la rueda de prensa, el director hizo unas declaraciones mostrando su simpatía con Hitler, causando un gran malestar a los presentes y a la protagonista de la película, Kirsten Dunst, con la que compartía mesa. «Aunque entiendo que hizo cosas equivocadas comprendo al hombre, no es lo que llamaríamos un buen tipo, pero simpatizo un poco con él», expresó el danés en respuesta a una pregunta sobre su acercamiento al judaísmo. Horas más tarde, Von Trier envió un comunicado disculpándose por lo ocurrido y asegurando que se dejó llevar por una provocación: «Si he herido a alguien con mis palabras, me disculpo sinceramente. No soy antisemita, no tengo prejuicios raciales de ninguna clase ni soy un nazi». La propia organización del festival cinematográfico invitó al realizador a explicarse por sus declaraciones.