El compacto, que salió ayer a la venta en todo el mundo excepto en Estados Unidos, donde llegará hoy a las tiendas, suma diez temas.
01 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«¿Por qué esto resulta sorprendente? Sería extraña una colaboración entre Metallica y Cher. Pero lo nuestro es obvio». Así defiende el indómito Lou Reed (a través de su página web) su nuevo disco, Lulu, el álbum con el que el exvocalista de The Velvet Underground sella su complicidad con otra banda legendaria: Metallica. El compacto, que salió ayer a la venta en todo el mundo excepto en Estados Unidos, donde llegará hoy a las tiendas, suma diez temas compuestos al 50 % por Reed y Metallica, aunque, como ya era habitual en los heroicos tiempos de la Velvet, el cantante firma en solitario las letras de este disco que se puede escuchar íntegramente (pero no descargar) en http://www.loureed.com/loureedandmetallica.
Como explican a través de su web oficial, la colaboración entre la formación que lidera James Hetfield y Reed se inició en el año 2009, cuando el cantante actuó junto a Metallica en un concierto en el Rock and Roll Hall of Fame. «Entonces supieron de inmediato que querían hacer música juntos», apuntan desde la discográfica.
Y así surgieron estos noventa minutos de música no apta para paladares blandos ni para fans de la brevedad pop: alguno de los temas sobrepasa con creces la duración convencional de las canciones, como Junior Dad, que cierra el volumen con nada menos que 19.29 contundentes minutos de rock y poesía.
Las crudas letras de Lou Reed fueron el punto de partida del álbum. A partir de su versos nació la música, que se grabó de abril a junio de este año en unos estudios de California. «Como decía Yeats, el sexo y la muerte son los dos únicos temas realmente interesantes para un adulto», explica Reed sobre el contenido de un álbum que ya resulta explícito desde los títulos de sus diez canciones. Las historias que relatan Pumping Blood, Mistress Dread, Frustration o Cheat on Me no se han cocinado para degustar en un parvulario. Este primer hijo de Lou Reed y Metallica es rock con mayúsculas. Solo para adultos.