El madrileño ha obtenido el galardón por su obra «Tiempo de vida».
21 nov 2011 . Actualizado a las 21:48 h.Marcos Giralt Torrente ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa 2011, gracias a Tiempo de Vida, libro publicado el año pasado por Anagrama cuyo doloroso motor es la muerte de su padre, el pintor Juan Giralt, fallecido en el 2007, y en el que reflexiona sobre su identidad, su pasado, el desgarro por la pérdida y la maltrecha relación paterno filial que reconstruyó con la palabra. Gracias a esta «dolorosa y dolorida» narración, el escritor ha recibido el premio de más alto rango institucional y el más importante de su trayectoria. Con él quiere además reivindicar a la generación de la que forma parte, y que cree no suficientemente valorada. Dotado con 20.000 euros, el Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa lo concede anualmente Cultura para distinguir al mejor libro de narrativa del curso editorial escrita en cualquiera de las lenguas oficiales y editada en el año anterior al fallo.
Para su autor este galardón supone «un felicísimo broche en la todavía corta vida de un libro autobiográfico que surgió del dolor; un libro de luto, pero que, además del reencuentro con mi padre, me ha proporcionado muchas satisfacciones, ya que antes del premio el libro tuvo muy buen crítica y una gran aceptación de unos lectores excelentes, proporcional al doloroso esfuerzo que supuso para mi escribir un libro tan especial» se felicita este narrador, para quien esa aceptación era ya «suficiente premio».
La narración es seguramente la más descarnada y sincera de las de Giralt Torrente, que asegura no creer en la «literatura terapéutica», pero que se desnuda emocionalmente para superar el trauma y la pedida de su padre. Era muy consciente de que en el centro de esa espiral de dolor «había una historia que contar» conformada con equívocos, silencios, reencuentro, resentimiento frustraciones y admiración. «Me premian por un libro que no es último que he publicado, lo que hace mucho mayor mi satisfacción» explicaba por teléfono un «más que satisfecho» escritor que ha publicado este mismo año El final del amor (Páginas de espuma), galardonado con el premio de narrativa breve Ribera del Duero. «Publicar este libro de cuentos tras Tiempo de vida supuso un descanso y me permitió superar el pánico a la página en blanco; ahora, gracias al premio a Tiempo de vida me puedo poner a escribir más relajado y recuperado de la tensión emocional que supuso escribir sobre la muerte de mi padre en un libro que marca un antes y un después y que me permitió avanzar en mi trayectoria», explica. Giralt se puso con esta novela un año después de la muere de su padre y pocos meses después del nacimiento de su primer hijo. «Acabarla supuso mucho alivio y felicidad y el fin de una etapa de mi vida. Mi padre no murió par mi hasta que terminé el libro» explicó el escritor al presentar un libro que suponía su primera incursión en la no ficción.
Recuerdo a Félix Romeo
«Es todo un orgullo unir mi nombre a la lista de ganadores de un premio nacional que puede exhibir una trayectoria muy reivindicable en la que figuran grandes y muy respetables nombres de la historia reciente de de la literatura española», se ufana Marcos Giralt. Quiere también que esta alta distinción institucional sirva para reivindicar a «una generación joven a la que a menudo se considera demasiado verde como para obtener honores». Un grupo en el que Giralt Torrente sitúa a su amigo Félix Romeo, muy próximo compañero en su andadura literaria, y cuya carrera truncó una muerte temprana y repentina el pasado mes de octubre.
Madrileño de 1968, Marcos Giralt Torrente es hijo de pintor Juan Giralt y nieto del narrador Gonzalo Torrente Ballester. Licenciado en Filosofía por la Autónoma de Madrid, inició su carrera literaria con la colección de cuentos Entiéndame (Anagrama, 1995). Fiel al sello de Jorge Herralde en casi toda su trayectoria, Giralt Torrente es autor de la novela corta Nada sucede solo, con la que consiguió el premio Modest Furest i Roca, y de las novelas París, que obtuvo el premio Herralde de novela y Los seres felices.
Las novelas de Giralt Torrente han sido traducidas al alemán, al francés, al italiano y al portugués. Sus relatos forman también parte de algunas antologías como Páginas amarillas, Los cuentos que se cuentan y Lo del amor es un cuento. Crítico además de narrador, su firma es habitual en suplementos literarios y fue residente de la Academia Española en Roma, del Künstlerhaus Schloss Wiepersdorf y de la University of Aberdeen y participó en el Berlin Artist-in-Residence Programme de 2002-2003.
El jurado
El Jurado que premio A Giralt Torrete estuvo formado por Luis Goytisolo, propuesto por la Real Academia Española; Olivia Rodríguez, por la Real Academia Gallega; María José Olaziregi, por la Real Academia de la Lengua Vasca; Llüisa Julià, por el Instituto de Estudios Catalanes; Lourdes Royano, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Ramón Irigoyen, por la Asociación Colegial de Escritores (ACE); Enrique Turpin, por la Asociación Española de Críticos Literarios; Maria Luisa Ciriza Coscolín, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Cristina Grande, por la Ministra de Cultura; y Kirmen Uribe y Javier Cercas, galardonados en las ediciones del 2009 y del 2010 respectivamente. Lo presidió el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, y actuó como vicepresidenta la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández.