Alberto Zedda ha apostado por primera vez por el joven director coruñés de 23 años para la próxima edición del certamen, que este año ofrecerá entre otras obras Matilde di Shabran
22 abr 2012 . Actualizado a las 07:07 h.Piero Lombardi Iglesias dirigirá este verano en el Rossini Opera Festival de Pésaro dos representaciones de Il Viaggio a Reims, del compositor italiano, con puesta en escena de Emilio Sagi. Alberto Zedda ha apostado por primera vez por el joven director coruñés de 23 años para la próxima edición del certamen, que este año ofrecerá entre otras obras Matilde di Shabran, con el tenor peruano Juan Diego Flórez, y Ciro in Babilonia, en la que debutará la soprano madrileña Carmen Romeu.
«Debido a la vinculación del maestro Zedda con A Coruña, he tenido la oportunidad de conocerlo personalmente. Él ha podido supervisar mi trabajo y hemos hablado mucho de música, arte y filosofía. A partir de ahí se produjo una conexión especial que propició que me ofreciera la posibilidad de dirigir Il viaggio a Reims, lo cual supone para mí una grandísima oportunidad», comenta Lombardi.
La ópera, que se representará los días 14 y 17 de agosto en el Teatro Rossini, no suele faltar cada año en Pésaro como banco de pruebas para nuevos talentos. Los participantes más destacados de la Accademia Rossiniana, jóvenes artistas que perfeccionan sus conocimientos durante el certamen, conforman el reparto de este título emblemático, que el propio Zedda dirigió en su día con gran éxito en la época más recordada del Festival Mozart coruñés. La dirección musical suele confiarse también a alguna batuta emergente, como ya sucedió con otro joven español, José Miguel Pérez Sierra, cuyo paso por Pésaro le sirvió como plataforma de proyección internacional.
Oportunidad para los jóvenes
«El trabajo que Zedda está desarrollando es de grandísima importancia, porque además de ser uno de los más importantes directores rossinianos, ofrece una gran oportunidad a jóvenes directores como yo de conocer y estudiar a su lado y aprender de sus consejos y experiencia», señala Lombardi, que se encuentra absorbido por la ambiciosa partitura. «El estudio de las casi mil páginas no me deja mucho tiempo para más. Ahora mismo estoy investigando sobre las tradiciones y la manera de cantar en la época del bel canto (a través del legado de Antonio Cotogni y Luiggi Ricci), lo cual es de gran importancia si se quiere ofrecer una interpretación históricamente informada, uno de mis objetivos en Pésaro este verano».
Pero antes de viajar a Italia, el director coruñés, antiguo alumno del Conservatorio Profesional de esta ciudad, tiene otro importante compromiso: a principios de junio dirigirá un programa con la Cuarta Sinfonía de Anton Bruckner en la República Checa.
Lombardi, que nació en Suecia, vivió en Roma hasta los cuatro años, y comenzó sus estudios musicales en A Coruña, la ciudad de su madre, encontró su vocación como director en Zúrich, después de haber estudiado con su «primer amor», el violín. Ya ha dirigido varios conciertos en Suiza, como el que ofreció junto a la Orquesta Musikkollegium Wintherthur con la Sinfonía número 1 de Georges Bizet.