Fueron una de las grandes bandas del pop británico de los noventa y dejaron para la historia himnos eternos como «So Young», «Animal Nitrate» o «Trash». Ahora, tras su reunión en el 2011, llegan como la fulgurante cabeza de cartel del Noroeste Pop Rock. Se trata, con toda probabilidad, del concierto más importante del verano gallego y todo apunta a una explosión de gritos, suspiros y bolas de emoción a la orilla de la playa de Riazor
09 ago 2013 . Actualizado a las 14:39 h.Había falta de Suede. La generación que conoció la vida en los noventa con Trash y Beautiful Ones sonando de fondo los anhelaba. Mucho. Aquellos conciertos en comunión total no tuvieron relevo. Ni The Libertines, ni Franz Ferdinand, ni Arctic Monkeys lograron en su ausencia algo similar. Por ello cuando en el 2011 se reunieron, se les acogió con los brazos abiertos. Sin titubear. ¿Nostalgia? Vale, ¡pero qué bien sentaba! Ahora, con Bloodsports bajo el brazo, llegan al Noroeste Pop Rock. Y los corazones de sus fans palpitan cada vez más rápido. El bajista y miembro fundador del grupo, Matt Osman atiende la llamada de Fugas.
-Mi sobrina, de 22 años, me ha preguntado por Suede. Le he dicho que son una de las mejores bandas en directo del mundo. ¿Saldrá satisfecha o pensará que su tío es un viejo desfasado?
-¡Oh, gracias por recomendarnos! Creo que le gustaremos. Una de las cosas más gratificantes de nuestro regreso ha sido encontrarnos con gente de 20 años entre el público. Nos conocen por Youtube, no por escucharnos en la radio ni vernos en vivo. Pero comprobamos que desean el sonido dramático y apasionado del rock.
-¿Cómo se sienten de nuevo en el escenario?
-Lo amamos más que nunca. Antes las giras eran como estar de vacaciones. Salíamos todas las noches, íbamos de fiesta en fiesta. Algunas veces era increíble, pero en otras ocasiones lamentabas mucho haberlo hecho [risas]. Hoy es diferente. Tenemos diez años más y nos damos cuenta del increíble privilegio que es poder tocar. Estamos totalmente centrados y la misión es hacerlo cada noche mejor.
-Además tienen nuevo material, «Bloodsports». ¿Se sienten mejor ahora que en el 2012 cuando solo tocaban material antiguo?
-Bueno, yo disfruto mucho tocando las canciones antiguas, pero hay un límite cuando todo se repite y no avanzas. En el 2012 dijimos: «De acuerdo, no saldremos de gira hasta que no tengamos nada nuevo». Seguir tocando solo temas del pasado era muy peligroso.
-Algunas críticas dicen que es su mejor disco desde «Coming Up». ¿Lo ve así?
-Bueno, es muy difícil para mí. Al estar en la banda soy la peor persona a la que le puedes hacer esa pregunta [risas]. Yo te diría que nos sentimos muy bien tocando el nuevo material así que, en cierto modo, estoy diciendo que sí a a tu pregunta.
-¿Por qué desecharon innovar y optaron por lo clásico?
-Bueno, yo creo que fue motivado por el hecho de que nos pasamos los dos últimos años tocando las canciones viejas. Además, antes de grabar nos preguntamos: ¿Qué es lo que hacemos mejor que el resto del mundo? Tuvimos eso en mente todo el tiempo. Cuando tienes 16 años y entras en una banda, deseas hacer algo que nunca hayas hecho antes. Diez años después esa parte rebelde se enfrenta con la pregunta: ¿Qué es lo que hace a Suede especial? Una vez contestada, la consecuencia es obvia: hagamos lo que hacemos bien.
-En «Bloodsports» siguen hablando de parejas, deseo, amor, desamor? ¿Sigue siendo un grupo romántico?
-Creo que sí. Escribir canciones es ya de por sí algo romántico. Consiste en capturar un instante y tomar el drama, los puntos altos, los puntos bajos... Sí, algo muy romántico.
-¿Aún viven en Londres?
-Todos no, Simon, el batería, vive en Bangkok.
-Imagino que, hoy en día, será más fácil ir por la calle que en los noventa, ¿no?
-Sí, claro. Llevamos viviendo todos en el West London desde hace 20 años. La gente aquí está muy acostumbrada a vernos. Ya nadie nos pregunta: ¿eres de Suede? Nadie, excepto los turistas españoles [risas].
-¿Vivieron muchos momentos de histeria entonces?
-Sí, la gente estaba loca. Hubo un período, entre 1992 y 1993, en el que la gente nos perseguía por la calle y nos arrancaba la ropa. Eramos jóvenes y despertábamos una gran excitación. Creo que cada generación necesita una banda como lo fuimos nosotros para esa época.
-Impresionaba el nivel intensidad de sus directos de 1993. ¿Eran conscientes de tener algo muy grande entre manos?
-Sí. Ese año en particular fue increíble. Todo explotó en 1993 el año en el que todo culminó para nosotros. Fue realmente impresionante. No me hubiera perdido eso por nada del mundo.
-Se dice que, en sus primeros días, fueron una reacción a las bandas shogazers de los primeros noventa en Inglaterra. ¿Eso es cierto?
-No creo que fuera una reacción deliberada, simplemente hicimos la clase de música que nos gustaba: la más romántica, y dramática, la que nadie estaba haciendo en ese momento. Nosotros nos veíamos como los Sex Pistols o The Smiths de nuestro momento, igual de ambiciosos que ellos.
-¿Les molestaban las comparaciones con David Bowie y The Smiths?
-No para nada. Nos gustaban miles de grupos como Pet Shop Boys, Pink Floyd y otros más. Pero también esos dos. Nunca hubo problema en admitir nuestras influencias
-Ahora, sin embargo, se les ve como un clásico y como una banda que influye a otras.
-Todavía nos suena raro eso de que haya banda que crecieron oyéndonos. Nos dicen: «Mi primer concierto fue uno tuyo» y cosas así. Me siento cómodo y muy honrado por ello.
-En España si uno dice Suede inmediatamente se piensa en «Trash» o «Beautiful Ones». ¿Le parece una buena idea del grupo?
-Eso demuestra que probablemente en España haya caladO nuestro lado más pop. Yo veo a los españoles muy abiertos, siempre están dispuestos a pasar un buen rato. No tienen que saberse cada canción para disfrutarlas.
-En Twitter publicaron sobre el concierto: «Suede live BY THE SEA» haciendo referencia al tema de «Coming Up». ¿La van a tocar?
-Aún no lo sé, habrá que estar allí para saberlo. Solo te puedo decir que la hemos ensayado.
-Hace un mes Simon Gilbert no pudo tocar en Barcelona por enfermedad. ¿Estarán todos perfectos?
-Sí, ya está bien. Hemos ensayado juntos el fin de semana y estaremos todos.
-¿Brett Anderson dará sus típicos saltitos?
-¿Qué si dará sus saltitos? Claro, no os preocupéis. Va a ser un gran concierto. Además lo de tocar en la playa es algo que nos atrae mucho.
A Coruña | Playa de Riazor. Hoy. 23 horas. Entrada libre. Antes actuarán dos grupos de A Coruña: Sabdios a las 21:30 y Younger Boys a las 22:15 horas