Cunqueiro, Elena Quiroga y Conde fueron algunos de sus ganadores, como Ana María Matute, en 1959, que entregará esta noche el galardón
06 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Nadal de novela, el decano de los premios literarios españoles, falla esta noche su edición número 70. Un total de 231 novelas aspiran a lograr el preciado galardón que a pesar de su baja dotación económica -18.000 euros frente a los 600.000 del Planeta-, mide fielmente, y con mínimos desvaríos en siete décadas, el pulso de la creación literaria. Con altibajos, en su nómina está lo más granado de nuestras letras desde su creación en 1944, con varios autores consagrados al pasar de los años con el Cervantes, como Delibes, Umbral, Ferlosio o Ana María Matute -que lo ganó en 1959 y esta noche hará entrega del galardón-. Como en casi todos los premios, priman los varones y solo hay 13 autoras entre los 69 ganadores, entre los que también se cuentan gallegos como Álvaro Cunqueiro, Elena Quiroga y Alfredo Conde. Hay, con todo, margen para la sorpresa y el descubrimiento de nuevos talentos, según el espíritu fundacional del Nadal. La editorial anticipa que las novelas de intriga y de corte intimista proliferan ente los originales «que reflejan la gran riqueza de registros del género novelístico».
El más antiguo de nuestros premios literarios fue creado en 1944 en memoria del malogrado periodista y editor Eugenio Nadal. Joven y prometedor redactor jefe de Destino y catedrático de Literatura, Nadal falleció de leucemia en abril de 1944, a punto de cumplir 28 años. Sus mentores fueron Ignacio Agustí, Josep Vergés y Joan Teixidor, creadores cinco años antes de la editorial Destino, que ampara desde entonces el premio y a su estirpe de grandes narradores. Su propósito era «despertar a docenas de novelistas dormidos en los rincones anónimos del país» y se ha mantenido con más aciertos que dislates, que los hubo, como cerrar al paso a Juan Benet, que con Volverás a Región no fue ni finalista.
Laforet, la primera
Carmen Laforet, una perfecta desconocida entonces, fue su primera ganadora. Con la novela Nada se impuso con 23 años a autores ya consagrados como César González Ruano. En la histórica velada que albergó el Café Suizo de Barcelona el 6 de enero de 1945 recibió Laforet 5.000 pesetas, toda una fortuna en la España del racionamiento. La fórmula de presentar en sociedad a la novela ganadora, adoptada luego por todos los grandes premios, era una vía para regatear a la férrea censura y dificultar la prohibición de una obra señalada como excelente y publicitada por los medios. A lo largo de siete décadas ha sido el Nadal un fiel termómetro de las letras españolas.