Carmen Amoraga: «Trato de fotografiar mi tiempo»

M. L. BARCELONA / COLPISA

CULTURA

Amoraga, ayer, horas después de recibir el premio.
Amoraga, ayer, horas después de recibir el premio. M. Pérez < / span>Efe< / span>

Amoraga dice que «La vida era eso» es una historia de duelo y superación

08 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Como todas mis novelas, con esta trato de fotografiar mi tiempo». Lo dice Carmen Amoraga (Picanya, Valencia, 1969), ganadora con La vida era eso del 70.º premio Nadal. Es una novela de amor, dolor, pérdida y superación en la que juegan un papel primordial las redes sociales. Es la séptima de esta periodista, escritora y edila por el PSOE en su pueblo valenciano y llega a las librerías el 4 de febrero. Espera Amoraga el juicio del lector, que aprecia más que el de los críticos.

-¿Qué ofrece al lector?

-Cuenta el primer año del duelo de una mujer joven, argentina, que está sola con sus dos hijas pequeñas, en un pueblito de Valencia. Su marido, días antes de morir, le pide que escriba por él en Facebook, que fije sus sentimientos. Giuliana no entiende Facebook, no le agrada, pero lo hace. Cuando muere ella continúa contando qué pasa y parece que lo hace el propio marido.

-¿Qué papel juegan en la historia las redes sociales?

-En Facebook encuentra un calor humano que no halla en el mundo real. Encuentra las herramientas para superar las fases del duelo, transitar por él y superar la pérdida. La red le demuestra que aprender a perder es aprender a vivir.

-Las redes sociales, ¿son un nuevo género literario?

-No, pero han cambiado la manera de comunicarnos. Como en su día nos cambió el teléfono. Hoy nos explicamos y comunicamos por escrito. En la vida virtual podemos ser incluso más activos, apasionados y explícitos que en la real. El peligro es que acabe sustituyendo a la realidad.

-Hay mucha gente de vuelta que reniega de Twitter.

-Lo comprendo. No es la panacea. Acaso creímos que era una herramienta muy democrática y vemos que no lo es tanto. Llegó a parecerme que era como el Washington Post y ahora se parece mas a Sálvame.

-Las redes pueden tumbar o consagrar un libro.

-Hasta hace poco tenías apenas la respuesta de los lectores que iban a las firmas y de los críticos profesionales. Pero hoy, con la potencia de las redes sociales, pesa tanto la crítica de un suplemento cultural como la de un tuitero, que puede ser el frutero de la esquina. Lo mismo. Con todos los respetos al crítico profesional, creo que el lector de a pie, que lee por placer, es más puro que el que lo hace por obligación. Me puede hacer más pupa la crítica de un lector en las redes que la de un diario.