Narra la peripecia emocional y existencial de un ama de casa burguesa, provinciana y madura que enviuda y averigua que su marido llevó siempre una doble vida
12 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Álvaro Pombo es un torbellino. El escritor y académico cántabro (Santander, 1939) saluda y al segundo siguiente cita a Kierkegaard, Hegel, Steiner o los infierno de Sartre. También al diablo, a su admirado Kafka y al Antiguo y Nuevo Testamento en su afán de ofrecer claves sobre su nueva novela, La transformación de Johanna Sansíleri (Destino). Regresa a un territorio que conoce bien y en el que se siente seguro, el alma femenina de unas mujeres «que ya no existen, que se quedaban en su casa, anteriores a la mujer ejecutiva». Narra la peripecia emocional y existencial de una de ellas, un ama de casa burguesa, provinciana y madura, inteligente y atractiva que enviuda de repente y averigua que su marido, «un pelma corredor de bolsa», llevó siempre una doble vida y era padre con otra mujer del bello mozalbete que no tuvo con ella. «Es un viaje desde un paisaje estético, a un paisaje religioso, acaso ético», explica con su habla apresurada en un salón de la RAE, en torrencial discurso pombiano en que las ideas atropellan a las imágenes y las citas.