El terror de salón de «The Invitation» gana en Sitges con justicia

josé luis losa

CULTURA

La cinta es un portento del cine que genera perturbación sin recurrir a efectos especiales, ni sustitutos que salen gratis

18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El cine norteamericano es el gran triunfador de Sitges 2015. Un jurado gobernado por comediantes españoles como Carlos Areces y Javier Ruiz Caldera ha decantado su gusto por las producciones made in USA al situar a The Invitation, The Final Girls , Bone Tomahawk y The Gift, por este orden, como películas más laureadas de un palmarés que se cuida de incluir a la verdadera película-acontecimiento de esta 48ª edición, Demon, del recientemente malogrado director polaco Marcin Wrona, como mejor fotografía por su exorcismo entre bidones de alcohol. En los últimos años existía una tendencia en este festival a premiar filmes europeos blandos o pelis indie sin mucha adrenalina. Esa racha anémica se corta de cuajo este año porque hay mucha sangre sabia en el palmarés.

La gran ganadora, y favorita desde que pasó en los primeros días, The Invitation, de la muy notable realizadora Karin Kusama, es un portento del cine que genera perturbación sin recurrir a efectos especiales, ni sustitos que salen gratis. Planteada como un tour de force escénico, a partir del reencuentro en una cena de un grupo de viejos amigos y amores, es una opulenta exhibición de cómo manejar una atmósfera malsana, con una exploración de las mentes enfermas de una secta a lo Charles Manson de salón que aguanta el pulso y expande su mal rollo brillantemente dialogado hasta un grandguiñol final.

Con muchas menos contemplaciones se anda The Final Girls, un juego virtuoso de cine dentro del cine, con sus protagonistas traspasando la pantalla de uno de esos slashers de campamento donde siempre mueren los adolescentes más promiscuos. Su humor fundamentado se llevó el gran premio del jurado y el mejor guión.

Más sobria es The Gift, un inteligente reverso a la estructura de De repente, un extraño que conduce con mesura Joel Edgerton, premiado como mejor actor, aunque igual valdría reconocerle como director. Este reconocimiento, el de la dirección, fue para S. Craig Zheler, quien con Bone Tomahawk conduce un sutil cross-over de western con comanches zombies en el cual resucita el gran Kurt Russel.