«No llevo a mi hijo a ver el filme, no quiero que tenga pesadillas», asegura el actor ya separado de la actriz Jennifer Gardner
23 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Batman v Superman llega a las pantallas y defensores y detractores de Ben Affleck juzgarán su interpretación como Batman, el vigilante de la noche. Affleck, reconocido actor que triunfó antes como guionista y director (Argo), se siente muy honrado por participar en un proyecto «tan bien escrito y desarrollado». En los estudios de Warner Brothers, habla de su participación en la esperada nueva cinta de Zack Snyder. Admite que trabajar a sus órdenes le sirvió de aprendizaje. Aunque sus películas recientes estuvieron muy alejadas del mundo de los superhéroes, (Affleck interpretó a Daredevil en el 2003), dice que lo importante para aceptar un proyecto, «es el personaje, el guion y el director». Recién separado de la actriz Jennifer Gardner, madre de sus tres hijos, Affleck asegura que su ex es uno de los héroes de su vida.
-¿El suyo es un héroe deprimido?
-He querido crear un Batman a punto de tirar la toalla, física, psicológica y emocionalmente hablando. Tan devastado por lo que ocurre en el mundo, herido moralmente, con el pelo gris, que duda si lo vivido como Batman ha merecido la pena. Él no se ve como un superhéroe, sino como un hombre con una voluntad de hierro. Su idea de cómo tiene que enfrentarse a otros superhéroes es mi contribución al personaje.
-¿Tiene sentido un enfrentamiento entre Batman y Superman?
-Después de leer The Dark Knight Return, escrito por Frank Miller, me sentí atraído por la historia de Batman. Cuando Snyder me propuso la película, me interesó. Vi una escultura en su oficina dedicada al cómic de Miller y me hizo darme cuenta de que él estaba en el camino correcto.
-¿No le parece una locura que Batman luche contra Superman?
-No. Miller explica las razones por las que puede darse esta pelea, y la cinta muestra en dos horas esas razones. Creo que es una visión original que ha generado muchas historias grises dentro del cómic. Es una visión diferente y me cambió cuando la leí.
-¿Es cierto que rechazó dirigirla?
-No, no es verdad. Nunca rechacé rodar ninguno de los filmes de esta franquicia. He aprendido muchísimo de Zack y tal vez lo haga en el futuro. Ha sido una gran experiencia. Me ha permitido ver a uno de los mejores realizadores tomando decisiones. Zack entiende cómo hacer películas. Aprovecha al máximo los avances tecnológicos, la coreografía, todas las herramientas que el productor pone a su disposición. Su capacidad de coordinar y evolucionar desarrollando su visión ha sido un ejercicio de aprendizaje para mí.
-Alejandro González Iñárritu afirma que las películas de superhéroes son un genocidio cultural.
-Alejandro a veces exagera un poco. Yo no las llamaría genocidio cultural, pero tiene razón en un punto: no se puede englobar el cine solo en un género, tiene que haber muchos tipos de películas.
-¿Tiene algún complejo de identidad como su dual personaje?
-Tengo tantos que no sé cuál surge cuando encarno a Batman [ríe]. Bruce Wayne es una máscara que Batman se pone, tanto como lo es la de Batman. Me gusta ese ritual de ponerse el traje y aparentar una imagen muy sofisticada de sí mismo, presentándose con un alter ego que no le pertenece. Me gusta la idea de que ambos están jodidos mentalmente y por las noches se comportan de forma poco saludable a causa de las cicatrices psicológicas de su niñez.
-¿Quiénes son sus héroes?
-La policía, chóferes de ambulancia, personal de primeros auxilios, maestros, enfermeras, padres solteros. Yo tengo héroes en mi vida: mi madre, mi hermano, mi abuelo. Creo que lo que Jennifer hace con nuestros hijos va más allá de lo heroico, es fabulosa.
-¿Llevará a su hijo a ver el filme?
-No. Tiene solo cuatro años y creo que se asustaría, no quiero que tenga pesadillas con su padre.
-Clooney hizo las paces con su Batman. ¿Usted con su Daredevil?
-Sí. Mi problema con Daredevil es que no se hizo tan bien como el material del cómic. Estoy seguro que en el futuro alguien lo hará mejor. Como artista intento no flagelarme con mis errores, ni alargarme con mis éxitos. Lo importante es mirar hacia delante.
-¿Qué le mantiene en el suelo?
-Me gusta sentirme conectado al público y eso me hace que creativamente sea auténtico. Como realizador me enfrento a muchos más miedos que como actor. Pero en ambos casos trato de evolucionar, de ir hacia delante pensando siempre en el público.
-¿Ha cambiado su actitud hacia su trabajo desde que ha triunfado?
-Para ser honesto, mi vida ha cambiado en la última década. He madurado, como artista y como humano. Hago películas distintas a las que hacía en mi juventud. Y menos mal, porque alguna me gustaría borrarla del todo.
-¿Cuál ha sido el impacto de Hollywood en su vida?
-Mi trabajo consiste en entretener al público. Es mi única meta. Soy artista. Intento expresar mi visión de una forma interesante y poderosa. No busco educar a nadie, ni que mis películas sean didácticas. Solo quiero divertir.