Los festivaleros del Mundo Celta atestan las calles y desfilan sin cesar entre el pueblo y el pinar
14 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Entre el folk y la playa. Así se mueve estos días Ortigueira. Una marea de jóvenes revolucionan la localidad en el Festival Internacional do Mundo Celta, la aventura que emprendió hace cuatro décadas la Escola de Gaitas, que anoche subió al escenario de la Alameda para volver a atrapar a su público. Merchi y Ana, madrileñas, no quisieron perderse el concierto, aunque ellas buscaban al grupo irlandés Kila, que actuó pasada la medianoche. «Nos apetece vivir la música, pero, sobre todo, la naturaleza», contaban estas estudiantes, pletóricas en su primer Mundo Celta. Iria, viguesa, vende sus cuadros en los jardines del Malecón, al pie de los puestos de la feria de artesanía: «Repito, por el buen rollo, porque conoces gente y por los conciertos». El trajín en el entorno portuario no cesa, por la mañana y por la noche -«las tardes son para la playa», apunta Luisa, ortegana, que evoca la lluvia torrencial de 1978-, con la música siempre de fondo. La potencia de The Taverners, con su folk irlandés concebido desde Burgos, activó al público en la velada inaugural, aunque muchos se reservaron para Ímar, que llegó desde Glasgow, «y fue el mejor, sin duda», opina Juani.
Este año los caracolitos, como se referían en el pueblo a los mochileros los primeros años, se han multiplicado y atestan supermercados, terrazas y aparcamientos. «Hay muchísima gente, no damos abasto», comentan en las cafeterías del centro. Muchos desayunan en la Cabana do Fos, un clásico del Mundo Celta, al pie del pinar de Morouzos, devorado por cuerpos en tránsito permanente, un manto multicolor de tiendas, equilibristas y músicos que improvisan al pie de las hogueras. «Ha salido el sol y es todo tan romántico», clama un folkie subyugado por el entorno.
Laura ejerce de guía por la acampada de sus amigos Eva y Javi, los tres lucenses. Igual que Rodrigo, santiagués, con Nuria, madrileña. Él disfruta del bosque desde el martes: «Es un sitio precioso». Entre tantos elogios surgen algunas quejas, por la falta de socorristas en el arenal -el Concello no ha encontrado vigilantes- y por la nula información sobre los servicios especiales de Renfe -la Plataforma pola Defensa do Ferrocarril Ferrol-Ribadeo ve «intencionalidade» por parte de la compañía-.
Entre las más de 300 personas que trabajan por el festival del Mundo Celta figuran los 75 efectivos de Protección Civil, entre voluntarios locales y de agrupaciones de Málaga, y profesionales del GES ortegano.
Milladoiro presenta «Atlántico» en su lugar de origen
Milladoiro regresará hoy a Ortigueira, donde, hace 40 años, actuó por primera vez. Entonces acudieron Rodrigo Romaní y Antón Seoane, por un lado; y Faíscas do Xiabre, por otro. Y de allí surgió, al año siguiente, la banda que hoy presentará en el festival su último disco, «Atlántico».