«El libro de las imágenes»: Un Godard de amar u odiar

miguel anxo fernández

CULTURA

Godard recurre a un impactante banco de imágenes
Godard recurre a un impactante banco de imágenes

El casi nonagenario director plantea en su película un discurso tan vivo, ágil y denso como tendente al pesimismo

25 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Advertencia: la película no es apta para alérgicos a Godard. Léase: aquellos a los que ese clásico vivo que es Jean-Luc Godard produzca cólicos, El libro de imágenes puede llevarle a la uci… No es frivolidad. A punto de ser nonagenario, quien contribuyera a cambiar el cine contemporáneo con la Nouvelle Vague, junto a otros jóvenes turcos en la órbita de Cahiers du cinéma, para evolucionar más tarde, desde la periferia del mayo del 68 francés, a posturas ideológicas y narrativas extremas -hasta el punto de acabar peleado con su viejo amigo Truffaut-, mantiene una lucidez realmente pasmosa, unida a un claro desprejuicio intelectual. A Godard le preocupa el rumbo de atonía, muerte y destrucción que está tomando la sociedad actual, y apoyándose en el universo audiovisual y su jugoso banco de imágenes, estructura un discurso tan vivo, ágil y denso como tendente al pesimismo.

Si en el pasado festival de Cannes se llevó una Palma de Oro especial -un homenaje casi en clave testamentaria-, la crítica osciló con su filme entre la condescendencia, la entrega entusiasta y el reproche contumaz.

Su libro es como una mano y sus cincos dedos, los apartados en los que articula sus reflexiones y que -al menos para este crítico- requiere no uno sino varios visionados, lo que, paradójicamente, resulta una virtud. Sus páginas son también un tratado de semiótica audiovisual, entrando a saco en planos y escenas ajenas y propias -algunas, de su filmografía-, descomponiendo imágenes, trayéndolas al contexto necesario, en fin, para derivar a una secuencia final que resulta el redondeo perfecto, sacada de Le plaisir (1952), de Max Ophüls. También con Hitchcock y Buñuel muy presente, con el género documental como cámara viva, con off de voz y de música, inserto de textos, un discurso en clave de sinfonía que o acabas seducido por ella o la acabas odiando. Te deja una aguda sensación de limitación comprensora como espectador, y al tiempo despierta admiración cinéfila. Una contradicción que está en la esencia del ser godardiano: o le envías un ramo de rosas o le arrojas ácido sulfúrico…

«EL LIBRO DE LAS IMÁGENES»

[«LE LIVRE D’IMAGE»]

Francia, Suiza. 2018.

Director: Jean-Luc Godard.

Documental.

84 minutos.