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«La sombra del pasado»: Pintando el dolor y el drama

miguel anxo fernández

CULTURA

El filme recrea en su secuencia inicial la exposición de «arte degenerado» que organizaron los nazis
El filme recrea en su secuencia inicial la exposición de «arte degenerado» que organizaron los nazis

Florian Henckel apunta alto, sin rehuir el debate de las ideas y sin renunciar al espectáculo

06 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A saber si lo peor que le pudo pasar al entonces director y guionista debutante Florian Henckel von Donnersmarck, fue hacerse en el 2006 con el Óscar a la mejor producción extranjera por la memorable La vida de los otros. Un estigma que le persigue ahora con su tercera película, La sombra del pasado, otra vez aspirante a la estatuilla dorada, pero que algún crítico recibió con el cuchillo entre los dientes como si hacer drama histórico de factura académica sea cosa viejuna y regresar a la historia de su país, estuviera más visto que el Polo nevado… Realmente una actitud algo mema, pues la clave es siempre el guion, al margen del género elegido y también en releer ese pasado, en absoluto glorioso para Alemania, aquí la antigua del Este. Son tres décadas, desde el inicio de la euforia bélica nazi hasta el levantamiento del Muro, un tiempo, cierto, a menudo visitado por las cámaras pero que nunca deja de asombrarnos en sus matices, casi trágicos, con espacio para la épica personal. Bienvenidas sean estas propuestas a la cartelera, por mucho que la taquilla agradezca mejor las comedias fuleras o la parafernalia súperheroica.

El personaje protagonista se toma del artista Gerhard Richter (Dresde, 1932), primero plegado al dictado del realismo socialista -sobre todo ejecutando murales- para promover, con otros, lo que llamaron un irónico «realismo capitalista». Pero aunque la trama sigue su trayectoria artística, queda relegada a un segundo plano, ya que el núcleo está en su relación con una mujer cuyo padre, médico de turbio pasado nazi, desaprueba. Y un turbio secreto del pasado. Más allá de que el guion de Florian Henckel reflexiona sobre el arte y las opciones individuales de sus creadores, también reluce la componente de drama y la revisión crítica de su país, servido con un óptimo nivel de producción -el trabajo de arte-, una impecable fotografía de Caleb Deschanel -nominado al Óscar- y la muy medida música de Max Richter. Cine de gran altura, que, sin rehuir el debate de las ideas, reluce los resortes del drama y no renuncia al espectáculo.

«LA SOMBRA DEL PASADO»

[«WERK OHNE AUTOR»]

Alemania-Italia, 2018.

Director: Florian Henckel von Donnersmarck.

Intérpretes: Sebastian Koch, Tom Schilling, Paula Beer, Raine Bock, Lars Eidinger, Oliver Masucci, Ben Becker.

Drama. 188 minutos.