Mondoñedo continúa con buena marcha su verbena «non stop»

Yolanda García Ramos
Yolanda García MONDOÑEDO / LA VOZ

CULTURA

JOSE ALONSO

Esta noche acaban las 48 horas seguidas de una cita primeriza en la que las ganas de bailar se animan pese al frío y la lluvia

07 abr 2019 . Actualizado a las 13:09 h.

El 30 de este mes serán As Quendas. A mediados de octubre será el turno de las ferias y fiestas gallegas más longevas de Galicia, As San Lucas, que cumplirán 863 años. Pero en Mondoñedo la expresión popular «festa rachada» ya suena tanto dentro como fuera de Galicia este mismo fin de semana por la celebración de su macroverbena de 48 horas «non stop». Sin parar. A las nueve de esta noche finalizará el Tributo á Verbena que organizan Asociación Galega de Orquestras (AGO) y el Concello mindoniense. Son 40 orquestas.

La cita comenzó en medio de un mapa meteorológico de bajas temperaturas y lluvia. Aunque en algún momento de la jornada no había más que 5 grados, según la estación de Vilamor, el buen ambiente reinó en las primeras 20 horas, con afluencia dispar según la franja horaria. Así, la primera noche de música y baile llegó a llenar la carpa y, horas después, la primera sesión vermú volvía a animar la Alameda al son de Palladium y con el olor del pulpo de Pulpería Mario. Y si los más mayores eran los que se apuntaban más a seguir el ritmo en las primeras horas de la noche, los más jóvenes mostraron su gusto noctámbulo. Y si unos eran más de pasodoble, otros eran más de reguetón.

El Tributo á Verbena de Mondoñedo tiene otro fin más allá del lúdico, la recogida de firmas por parte de la asociación promotora para que se declare patrimonio inmaterial la verbena gallega. Gabri Fernández, de la orquesta Principal, decía ayer allí: «A iniciativa do macrofestival é moi necesaria. A esencia da verbena estase perdendo un pouquiño. Hai que reivindicala porque os nosos pais e avós foron a romarías e verbenas. Para ser o primeiro ano hai bastante afluencia, aínda que o tempo non acompañe».

La hostelería mindoniense hace un doble esfuerzo en este fin de semana fiestero, pues la macroverbena condice con la celebración de la carrera Toxiza Xtreme. Unos corren, otros bailan. En el bar Castro, a punto de su 51 cumpleaños, cerraron a las cinco de la madrugada, pero ya estaban abiertos de nuevo a las ocho de la mañana. «Hai xente de forma constante, nuns momentos máis, noutros menos. É un goteo, hai movemento. Non acompaña o tempo porque vai moito frío e chove, pero hai carpa e, debaixo dela, moi ben. Todo o que se faga nunha vila así vén ben. O que si, hai moita xente nova. É unha experiencia moi positiva», señaló Pili Fernández, dueña del local.

El concejal de Cultura, Alberto García, con pocas horas de sueño, destacó la llegada de varios autobuses: «Estamos sorprendidos coa proxección que tivo a nivel galego e nacional». «Todo vai ben, sobre a marcha», dijo ayer.