Iria Candela: «La radicalidad artística de Lucio Fontana sigue estando vigente hoy»

Ana Abelenda Vázquez
ana aBELENDA REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Iria Candela, con una de las obras de Lucio Fontana
Iria Candela, con una de las obras de Lucio Fontana pari stave

La compostelana ha comisariado la muestra del artista en el Guggenheim de Bilbao

28 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es el artista que agujereó y rajó el lienzo para recrear el infinito, pero antes que romper las telas se manchó las manos con arcilla. Lucio Fontana fue primero escultor, y «tenía nada menos que 50 años cuando usó un lienzo por primera vez», afirma Iria Candela (Santiago, 1976), conservadora del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. La exposición Lucio Fontana. En el Umbral, organizada por el Metropolitan y comisariada por Candela, descubre, junto al Fontana espacialista, al creador temprano, al joven escultor que debutó en el taller de su padre, dedicado a hacer monumentos funerarios.

Esta muestra, la primera colaboración entre el Met y el Guggenheim, aguarda en Bilbao a los ávidos viajeros de galaxias de preguntas y posibilidades. «Es una gran oportunidad que, después de presentarse en el Met de Nueva York, este centenar de piezas de Fontana hayan viajado a un museo como el Guggenheim de Bilbao, con sorpresas, como las Figuras negras», afirma Candela, que quiere ceñirse en sus respuestas al ámbito de esta muestra.

-¿Qué diferencia aporta el museo de Gehry como escenario?

-En Nueva York la exposición tuvo lugar en el Met Breuer, un edificio proyectado en 1966 por el arquitecto húngaro de la Bauhaus, Marcel Breuer, con un diseño racional. El Guggenheim es una arquitectura más barroca y expresionista, así que la exposición ha estado en dos espacios muy diferentes que abren nuevas perspectivas en la contemplación de la obra del artista.

-¿Por qué es interesante revisitar la obra del creador de los «Agujeros» y los «Cortes»?

-Lucio Fontana es una de las figuras fundamentales del arte del siglo XX y la radicalidad de su planteamiento artístico sigue estando vigente. Tras dos décadas inmerso en la escultura, y a caballo entre Italia y Argentina, en 1949 agujerea por primera vez los lienzos con punzones y en 1958 realiza sus primeros cortes de pinturas monocromas. Ese gesto visceral continúa el espíritu de las vanguardias.

-¿Cómo dialoga Fontana con este tiempo, con el convulso momento político y social que vive Europa?

-Quizá sus obras visualizan una fractura, un dilema, que puede conectar con la sociedad de hoy.

-¿Se resisten al ojo de la razón, piden uno intuitivo, más libre?

-El arte abstracto suele ser más difícil de digerir para el espectador. Como fundador del Espacialismo, un movimiento que redefine la relación del espectador con el espacio, Fontana activa las superficies del lienzo con cortes pero también con relieves o juegos de reflejos, creando obras en tres dimensiones que interpelan el espacio entorno. La exposición también muestra sus instalaciones, espacios envolventes de color y luz de neón.

-¿Los «Conceptos espaciales» de Fontana tienen su conexión con el cine, con películas como «Interstellar», de Nolan?

-A Fontana le interesaron los avances científicos y tecnológicos de la época como la física de partículas, los viajes espaciales o la llegada de la televisión. A partir de 1949 titula todas sus obras Concepto espacial y describe la apertura del lienzo como el vacío, el infinito o la cuarta dimensión.

-¿Qué pieza se llevaría a casa?

-Cómo podría elegir una… Me gustan especialmente los Quanta, grupos de pequeñas pinturas con formatos irregulares con influencia del grupo de vanguardia argentino Madí. El cuadro rojo que ves allí [dice señalando un lienzo de 1967 en la sala del Guggenheim, que acoge la exposición hasta el 29 de septiembre] me parece extraordinario. Ese corte aislado en el centro del cuadro, sobre un fondo rojo estridente... es uno de mis favoritos.