Ardores galaicos

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Resplandece el audiovisual de Galicia. Aunque el temible furor incendiario planea sobre O que arde, aun a sabiendas de que lo tendrá casi imposible ante el viento huracanado de la almodovariana Dolor y gloria, es la primera película en gallego que se sube al podio de los Goya, y con eso Oliver Laxe ya suma otro triunfo personal, después de ganarse al público más exigente, contribuyendo a visibilizar esa otra manera de entender la ficción desde Galicia. Lo anotábamos hace unos días en estas páginas: el corto dibujado Homomaquia recupera para nuestro audiovisual un liderato que en muy pocas ocasiones flaqueó desde que en el 2001 abrió la racha el largometraje El bosque animado. El ardor se intensifica en el plano actoral: ¿y si la plácida mirada de Benedicta recibe un cabezón? ¿Qué tal si el espléndido secundario Santi Prego ve reconocido su impecable general Franco para Amenábar en Mientras dure la guerra? Finalmente, nuestro orgullo galaico, Luis Tosar otra vez, ahora por Quien a hierro mata.