La Fundación Seoane acoge la primera muestra de fotos de la griega Voula Papaioannou, que documentó la retaguardia de dos guerras. Sin ella, «Europa no sabría qué pasaba»
05 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Escena. Encargo. Documento. Son las tres palabras claves a la hora de mirar las imágenes de la fotógrafa griega Voula Papaioannou (Lamía, 1898-Atenas, 1990). Eso sostiene Jorge Blasco, comisario de la exposición Gabinete Voula Papaioannou. La muestra de esta mujer «muy desconocida, incluso en su país», se inaugura este viernes a las 19.30 horas, en la Fundación Luis Seoane de A Coruña, que coproduce junto con La Virreina. Centre de la Imatge de Barcelona y el Museo Benaki de Atenas.
Es la primera vez que se podrán ver en España las fotografías hechas por una mujer que en 1940, cuando acaba de empezar la Segunda Guerra Mundial, «toma la decisión de no ir al frente, como una Robert Capa, porque lo que le interesa es el día a día de las personas que están sufriendo la guerra en la ciudad». Fue su opción por la llamada fotografía humanitaria, en la que se encuadran Cartier-Bresson o Dorothea Lange, entre otros muchos.
Es durante el conflicto mundial, y en la posterior guerra civil en Grecia, «que no fue menos cruenta, cuando hace sus fotos más emblemáticas. Es desconocida, pero tiene una técnica y una sensibilidad asombrosa», elogia Blasco. «He tenido la suerte de ver todo su archivo y sus fotos son muy escenografiadas, como si en cada una hubiera montado una escena, que no digo que lo hiciera, para una película», evoca. Y, en la misma línea, explica: «Su forma de fotografíar es muy neutra. Utiliza siempre una forma de encarar los temas que hace que las fotografías cobren mucha potencia. Ver sus contactos, a pesar de que los temas son duros, es una delicia».
Tensión creativa
El tercer elemento son los encargos, porque «ella trabaja mucho por encargo de entidades que estaban ayudando a Grecia en esos momentos», detalla el comisario, para destacar: «Esa tensión entre el encargo y la vertiente creativa no opaca su sensibilidad. Podríamos decir que es cabezota y tiene una gran habilidad para conjugar la propaganda, en el mejor sentido de las cosas buenas que estaban haciendo, y su tarea como fotógrafa».
El resultado son documentos, imágenes que mostraban lo que ocurría. Sin ellas, «Europa no sabría lo que estaba pasando en Grecia», asegura Blasco. De hecho, muchas de estas fotografías salían clandestinamente del país y gracias a eso «Grecia recibió una importante ayuda para la población infantil. Ella fotografiaba mucho el mundo de los niños», señala; aunque esas imágenes no están entre las 300, divididas en veinte secciones, que podrán verse en esta exposición.
Desde la Fundación Seoane destacan que las obras de Voula «están protagonizadas polo día a día dos feridos nos hospitais, os carteis de guerra, as trincheiras, a tensión dos homes que son recrutados e a angustia das súas familias…». Recuerdan asimismo que, después de que Alemania invadiera Grecia en 1941, «a autora fotografará de maneira clandestina os efectos da fame negra que se desencadea a continuación co obxectivo de denunciar no estranxeiro a situación padecida pola poboación civil e, posteriormente, a distribución de axuda humanitaria». Todas estas imágenes «serán recollidas no Álbum negro, publicado en 1943 en colaboración co gravador Yannis Kefalinós, como testemuño da traxedia sufrida polo seu país».
Otro de los apartados llamativos de la exposición, que estará abierta hasta el 7 de junio, es el de los grafitis que los presos de la Gestapo dejaron en los calabozos de Atenas: «El mismo día de la liberación ella fotografía por un lado a la gente en las calles celebrándolo y, por otro, los mensajes que los últimos presos habían dejado en las paredes de la prisión antes de ser liberados», cuenta Jorge Blasco.
Ya en la posguerra, Voula Papaioannou asumirá la dirección de la sección fotográfica de la United Nations Relief and Rehabilitation Administration, lo que la llevará a recorrer Grecia para documentar el sufrimiento de la población después del conflicto.
En 1976 «o Museo Benaki de Atenas recibirá o arquivo da súa obra, revalorizada grazas ao labor de catalogación, conservación e difusión levada a cabo por esta institución», señalan desde la Fundación Seoane. Además de poder ver por primera vez sus fotos, la exposición dará lugar a un libro, «la primera publicación que se hace sobre ella en España», destaca el comisario.