Pedro Costa se confirma como uno de los autores más singulares del cine actual
17 oct 2020 . Actualizado a las 10:25 h.Conmovedor y tenebroso por lo sombrío del drama de Vitalina Varela, mujer que deja su Cabo Verde natal para irse al deprimido barrio lisboeta de Cova de Moura, tres días después del entierro de su marido, al que no veía desde hacía décadas, y fallecido entre sus miserias de migrante. También por el tono de su fotografía, prodigio de contrastes a cargo de Leonardo Simôes en comunión con el autor, que oscila de Rembrandt a Caravaggio con claves expresionistas, en un cómplice juego de luces y de sombras para realce del portentoso rostro de Vitalina, una belleza que imaginamos por momentos como la Madonna de Edvard Munch pero en piel oscura, traspasando la cuarta pared con un magnetismo que embelesa al espectador para justificar su tempo de ritmo calmo -en las antípodas de la narrativa más acomodada y tópica-, ese sello rupturista que confirma a Pedro Costa entre los creadores más singulares del cine actual, bien conectado con las nuevas formas de mirar y su higiénica carga experimental.
Vitalina Varela tiene un relato que contar, es un personaje real que captó la atención del director cuando la conoció, localizando para Cavalo dinheiro (2014). Se implicó en el guion, optando por prescindir de algunas aristas vitales para centrarse en otras y contarlas a una cámara que la mima. Como un monólogo con reproches hacia el hombre ausente, que la dejó con una casa a medio hacer, allá en el sur africano. Pero no va solo de ella, de sus emociones y su rabia, también trasciende ese entorno tétrico, de luz escasa, que la recibe con rechazo, pero que Costa retrata con ánimo denunciador, parias de la Tierra, sobreviviendo a apenas unos centenares de metros de una sociedad mejor acomodada. Clara voluntad de documentar quizá sueños rotos, realmente almas descarriadas, que un cura atormentado por un pasado traumático y en busca redención, desiste de sus funciones porque ya es como ellos. Resignación y desolación visible en las miradas y silencios de esa Vitalina, bien consolidada como personaje. Esencias de puro cine costiano, con un balance conmocionante.
«VITALINA VARELA»
Portugal, 2019.
Director: Pedro Costa.
Intérpretes: Vitalina Varela, Ventura, Manuel Tavares Almeida, Francisco Vrito, Imídio Monteiro, Marina Alves Domingues, Nilsa Fortes.
Drama.
124 minutos.