Viñetas desde o Atlántico le toma el pulso a la escena nacional del cómic

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

César Quian

Miguelanxo Prado inauguró ayer la 24.ª edición del salón en A Coruña

10 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con un ojo irremediablemente puesto en el verano que viene -25 años no se cumplen todos los días-, arrancó ayer en A Coruña la 24.ª edición de Viñetas desde o Atlántico, el veterano salón del cómic que, «na medida do posible», regresa a la normalidad tras estos convulsos meses de pandemia. «O reto este ano é chegar ao final sen problemas», bromea el director del certamen, Miguelanxo Prado, sobre las complicaciones surgidas para llevar a buen puerto un evento como este: «Sorprendentemente poderíase dicir que este ano foi máis complicado incluso que o pasado. Fai uns meses, nos prometían que no verán, coa maioría da poboación vacinada, todo voltaría á normalidade. Así que programamos dez convidados, charlas e demais e ao final temos que xestionar un festival completo coas condicións adversas do ano pasado».

Esa supuesta normalidad regresa a los espacios expositivos habituales de Viñetas, con el Kiosco Alfonso como sede principal a la que se suma otro año más Palexco, repartiéndose entre ambas las muestras de los originales de los autores invitados a esta edición. Pero también cuenta Viñetas con una exposición de Daspastoras en el Palacio Municipal sobre Hércules y otra en la Casa da Cultura Salvador de Madariaga con los últimos Premios Castelao de cómic de la Diputación de A Coruña.

En cuanto a los autores invitados a esta edición de Viñetas, podría decirse que se trata de una radiografía certera del prodigioso estado de salud en el que se encuentra la escena nacional del cómic en la actualidad, con una mezcla de firmas consagradas del sector y nuevos talentos. «Renunciamos, ainda coas mellores prediccións de cara ao festival, á presenza de convidados estranxeiros, porque parecíanos un risco inasumible. Pero máis alá de isto, o plantel paréceme redondo, perfecto», asegura Prado.

El listado de autores abarca todos los géneros y estilos imaginables, comenzando por el cómic de superhéroes y el que es uno de los grandes referentes internacionales del universo Marvel: el madrileño Pepe Larraz, culpable con su Dinastía de X de la nueva edad dorada que están viviendo los mutantes de Marvel. A este se suma el cómic más social, representado por los vigueses Miguel Porto y Fernando Llor, responsables de Subnormal, un relato sobre el acoso escolar que muestra la versatilidad de un medio como el de la banda diseñada para adentrarse en los terrenos más delicados con exquisito tacto y perfecto resultado. Los autores estarán hoy a las 18.15 horas en el Kiosco Alfonso ofreciendo una charla (con aforo limitado).

También estará esta tarde en el Kiosco Alfonso (a las 19.30 horas) uno de los nombres consagrados del cartel: Javier Olivares, Premio Nacional que cuenta con una obra inabarcable que en los últimos años ha entregado dos obras maestras indiscutibles como son Las Meninas y La cólera. En ese grupo está también Jaime Martín, que viene presentando su trilogía sobre la Guerra Civil y los duros años del franquismo, contada a través de su propia familia. Una veteranía, la de estos dos clásicos, que contrasta que con la juventud de Nuria Tamarit, autora de Giganta y El enebro. Hasta la ciencia ficción encuentra también su espacio en esta edición de Viñetas con la ambiciosa adaptación de la novela de Frank Herbert Dune que están realizando Patricia Martín y Raúl Allén. Y completan el cartel Tyto Alba, que trae todavía fresca su biografía de Walt Whitman; y Teresa Valero -autora de Contrapaso y del cartel de este año-, recientemente nominada junto a Juan Díaz Canales y Antonio Lapone a los premios Eisner como mejor cómic digital por Gentlemind.

Si se cumplen los deseos del director del salón se llegará al domingo sin incidencias pero con la duda inevitable de qué nos deparará en el Viñetas del año que viene en sus bodas de plata: «Claro que temos na cabeza que o ano que ven algo temos que facer. E ainda que todos os visitantes que temos de distintos lugares son sempre benvidos, creo que esa celebración terá que ter certa connotación interna; temos que pensar nos coruñeses e os galegos en xeral que levamos 25 anos con este festival», aclara Miguelanxo Prado.