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El dibujante reflexiona en un fanzine para el museo sobre el valor de las imágenes
20 dic 2021 . Actualizado a las 19:55 h.Lleva dos decenios tratando de abrirse camino en el mundo de la ilustración, autoeditando buena parte de sus historias a través de la serie Carne líquida. Hace tres años, una de las principales líneas de trabajo de Brais Rodríguez Verde (Boiro, 1980), consistente en la manipulación de grabados y la aplicación de la técnica del colaje, llamó la atención de los responsables del Museo Nacional del Prado y fraguó una colaboración que ha derivado en el lanzamiento del fanzine La era de las imágenes desaparecidas.
La obra tiene como punto de partida el denominado Álbum de Brignardelli, un libro del siglo XIX que perteneció a un profesor de dibujo y que el museo adquirió en el 2017 a Caylus Anticuario. Mediante las estampas que contiene dicho volumen, Brais Rodríguez hiló su propia historia: «A través da manipulación dixital dos gravados que aparecen no libro, xogo coa idea da distorsión ata a desaparición desas representacións iniciais, como se fora unha pandemia que afecta ás imaxes».
El creador barbanzano asegura que en el momento en el que recibió las reproducciones de las hojas del Álbum de Brignardelli supo cuál era el enfoque que daría a su trabajo: «É un libro antigo e presenta polo tanto varias manchas propias do paso do tempo e tamén se poden ver as follas gastadas. Quixen imaxinar o que pasaría se todo este deterioro fora máis acusado, se se perderan esas imaxes orixinais».
Brais Rodríguez, que dio sus primeros pasos en el campo artístico en el marco de Leñaverde —un programa cultural impulsado por el Concello de Boiro que sirvió de punto de partida a numerosos artistas locales— y posteriormente se licenció en Belas Artes por la Facultade de Pontevedra, admite que el encargo que recibió del museo del Prado es un sueño hecho realidad: «Un traballo desta envergadura resulta moi motivador, pois vén avalado por unha gran institución de carácter internacional, pero tamén supón un importante reto». Esta misma mañana se presenta al público en el Gabinete de Dibujos y Estampas de la pinacoteca pública madrileña.
Beca en Italia
El lanzamiento de este fanzine, del que se publicarán medio millar de ejemplares, no es el único espaldarazo que ha recibido el dibujante boirense en los últimos tiempos. Y es que Brais Rodríguez también resultó adjudicatario de una beca que concede la Academia de España en Roma, adonde viajará el año próximo para desarrollar su proyecto StillLife. Explica que representa una línea de trabajo completamente diferente a la que emplea en la obra auspiciada por el museo del Prado: «Neste caso —matiza—, trátase dun cómic no que eu realizo os debuxos».
El origen es una historia corta que el artista puso en marcha hace un par de años. Por aquel entonces, sacó a la luz una autoedición de un centenar de copias, pero ya tuvo claro que había serias opciones de ampliación. Fue con ese convencimiento que decidió concurrir a una beca cuya consecución califica de auténtico regalo: «É unha sorte ter a posibilidade de estar traballando uns meses nunha cidade como Roma, tan vinculada ademais ao universo da arte».
Este proyecto no solo supone un giro a nivel técnico, sino también temático. La fuente de inspiración es el bodegón, un género que, según reconoce, siempre le ha fascinado: «É unha imaxe capaz de deter o tempo. A froita dura uns días, pero a súa representación plástica permanece, algo que tamén pasa coa vida, porque as imaxes mantéñennos sempre novos e vivos». A través de viñetas inspiradas en esa eternidad de los bodegones, Rodríguez narra en StillLife la historia de una pareja que está encerrada dentro de un cómic.
«Carne líquida»
Aunque estos son los dos grandes proyectos en los que está inmerso actualmente, el dibujante gallego mantiene la que es su principal línea creativa: Carne líquida, una serie que le permite realizar historias cortas, siempre autoeditadas. «Controlo todas as fases, desde a primeira idea ata a súa publicación, coa liberdade de facer o que realmente quero», asegura. Incluso se encarga personalmente de la venta, recurriendo a tiendas y ferias: «É algo que me gusta», corrobora.
