En 60 años de carrera la intérprete llevó a las tablas a los grandes autores clásicos y contemporáneos
24 jul 2022 . Actualizado a las 17:26 h.La gran actriz teatral Berta Riaza, premio nacional de Teatro en 1992, falleció este domingo en Madrid a los 94 años. En seis décadas de carrera Riaza interpretó a todos los clásicos y contemporáneos, españoles e internacionales, de las tablas, en una trayectoria brillante con más de 80 montajes. Los personajes de Esquilo, Chéjov, Shakespeare, Arthur Miller, Lope de Vega, Federico García Lorca o Fernando Fernán Gómez pasaron por la voz de esta mujer menuda, pero llena de talento y fuerza expresiva.
Hija de maquilladores de cine y teatro, con 14 años ingresó en la Escuela superior de Arte Dramático y en 1947 se estrenó con una compañía que dirigía Pepe Franco y se llamaba Nuevos artistas. Ese año protagonizó la obra X=2, pero su primer gran éxito llegó en 1957, cuando dio vida a El diario de Ana Frank, estrenado en el Teatro Español.
A partir de ahí, se convirtió en una de las actrices más solicitadas del panorama nacional. En estos años, entre sus obras destacan La Orestiada (1959); Numancia (1961); El zoo de cristal (1961); Todos eran mis hijos (1963); Madre Coraje (1966) o Las tres hermanas (1973). También participó en infinidad de los primeros espacios de la recién abierta Televisión Española, en una época en la que el teatro tenía cabida en la pequeña pantalla gracias al legendario Estudio 1. Casa de muñecas, de Ibsen, o Un mes en el campo, de Ivan Turgueniev, fueron algunas de sus interpretaciones. Ya en 1980 actuó en la serie Fortunata y Jacinta, la adaptación de Mario Camus de la novela de Benito Pérez Galdós.
En los años 70, su trayectoria estuvo especialmente vinculada al prestigioso director teatral Miguel Narros, con el que hizo El rey Lear, Retrato de dama con perrito y MacBeth, pero posteriormente se acercó a dos autores del Método, William Layton (Tío Vania) y José Carlos Plaza, con el que montó Las bicicletas son para el verano (1982); La casa de Bernarda Alba (1984) y Comedias bárbaras (1991). En 1997 celebró sus cincuenta años en el teatro representando El avaro, de Molière, junto a Rafael Álvarez «El Brujo». Menos se prodigó en el cine, donde destacan Entre tinieblas (1983), de Pedro Almodóvar, o Luces de Bohemia, de Miguel Ángel Díez, con Paco Rabal.
Retirada de los escenarios en 2004, vivió los últimos años al cuidado de la actriz Julieta Serrano. Además del Premio Nacional de Teatro, fue galardonada con el premio Unión de Actores a la mejor interpretación secundaria de teatro (1995), con el premio Unión de Actores a Toda una vida (1997) y con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2007).
El mundo de la interpretación despidió a Berta Riaza. «Consagró su vida al teatro -Esquilo, Chéjov, Valle- Inclán...- hasta que la propia vida la retiró del teatro. Un abrazo enorme a Julieta Serrano y a todos su familiares y seres queridos», escribió en su cuenta de Twitter el premio nacional de Literatura Dramática Alberto Conejero. «El telón ha caído para la gran Berta Riaza. D.E.P.», lamentó Antonio Banderas, que fue compañero de la actriz en la película El placer de matar (1988), de Félix Rotaeta.