Albert Espinosa: «Estoy en una nueva fase de mi vida en la que haré proyectos diferentes»

J. moreno MADRID / COLPISA

CULTURA

Albert Espinosa, firmando libros en Santiago en una imagen de archivo
Albert Espinosa, firmando libros en Santiago en una imagen de archivo PACO RODRIGUEZ

El autor viaja al pasado de varios famosos en «El camino a casa»

19 feb 2024 . Actualizado a las 17:11 h.

Recorrer la ruta desde el colegio hasta el hogar de su infancia para despertar al niño interior que llevan dentro, logrando momentos de emoción y donde se ve a los protagonistas siendo incapaces de controlar los sentimientos. Este es el objetivo de El camino a casa, el programa creado y presentado por el escritor Albert Espinosa (50 años, Barcelona), cuya segunda temporada se emite en La Sexta.

—¿Es sanador volver al camino a casa que recorrían habitualmente cuando eran niños?

—Es muy interesante hacerlo. Eres famoso, crees que sabes todo de ellos y de repente, sin guion ni nada, simplemente te llevas unas sorpresas y ves cómo es la persona. Creo que es muy sanador en el sentido de que ves cómo son ellos y cómo les cambia el rostro. Llegan siendo de una manera y acaban saliendo de otra. Noto que salen muy tocados, muy cambiados y muy felices.

—Ese camino del colegio a casa en su infancia se le interrumpió cuando le diagnosticaron osteosarcoma. ¿Lo ha vuelto a hacer?

—Antes de empezar el programa hice mi propio camino, junto a un amigo, y entonces fue cuando sentí el sentido del formato. Descubrí lo interesante que era hacerlo. Siempre creo que la gente son traumas de su infancia que seguramente han conseguido domesticar y en este programa intentamos encontrarlos y que, sobre todo, se diviertan y si es posible que lloren. Es muy emocionante verlos.

—¿Cómo hay que enfrentarse a los recuerdos del pasado?

—Tienen las herramientas con las que transformaron aquel dolor en felicidad o lo consiguieron domar. Es importante descubrir cómo consiguieron sus sueños, pero también cómo los consiguieron a pesar del roce de la vida y de la marca que les dejó.

—¿Los famosos han puesto alguna línea roja en su intimidad?

—En la primera temporada sí que fue más difícil convencerlos para hacer el programa porque pedían ver un piloto para ver cómo era el formato. Pero en esta temporada ha sido al revés. He conocido a distintos famosos que les parece que hacer el camino a casa es interesante. Nunca hemos encontrado a nadie que nos ponga una línea roja.

—¿Qué invitado le ha sorprendido más?

—A mí me ha encantado Norma Duval. Ha sido una persona inteligente y emocional. Ha sido brutal conocerla. También Roberto Leal, que era muy gamberro de pequeño, me ha sorprendido. En el caso de Alaska he descubierto que ya era una persona libre que con 12 años lo tenía todo claro. Fue muy interesante descubrir a una niña tan decidida. David Bustamante nos decía muchas veces que no iba a llorar y lloró.

—Después de hacer este recorrido, ¿qué le dicen los invitados?

—Todos dicen que no han sentido que hayan estado haciendo un programa de televisión. Se les remueve todo por dentro. Salen con una sonrisa. Antes de empezar el programa parece que va a ser una entrevista, pero después acaban teniendo la sensación de haber hecho un viaje. Es un formato muy fácil de hacer, porque ellos mismos se emocionan con cosas muy pequeñas, con letras que ven escritas en una puerta y que saben que las escribieron.

—Escritor, actor, guionista, director. ¿Qué le ha aportado esta nueva faceta como presentador?

—Es un programa que he creado y que me apetecía hacerlo. Me divierto mucho. Es hacer de mí, no tenemos guiones y solo sabemos cuatro o cinco lugares a los que iremos. Es como una conversación. Además, justo esta semana se me ha mezclado todo. Estuve nominado a los Goya por Saben aquell, saco nuevo libro. Es una suerte poder hacer cosas tan diferentes.

—Divide su vida en distintas fases, ¿en cuál estaría ahora?

—Siempre digo que como tengo que cambiar mis piernas ortopédicas cada seis años se acaba una fase. Ahora estoy en una nueva en la que creo que haré proyectos muy diferentes que tengo en la cabeza. Haré un poco más de televisión, otros programas que me apetece crear. Es un momento interesante de zambullirse en otros formatos de presentador.