O Son do Camiño más madrugador brinda 36 horas de música en directo

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Dos lanzaderas facilitarán el acceso al recinto, estimado en 42.000 personas

30 may 2024 . Actualizado a las 14:45 h.

O Son do Camiño transformará desde hoy hasta el sábado el Monte do Gozo en la octava ciudad de Galicia con las 42.000 personas que tienen su entrada para acudir en cada una de las jornadas. La edición más madrugadora del festival ofrecerá más de 36 horas de música en directo con las 49 actuaciones programadas desde que hoy a las 15.20 horas Amoebo alce el telón hasta que Vitalic lo baje en el escenario dedicado a la música electrónica avanzada la noche del sábado, a las 3.45 horas. Este último espacio gana protagonismo con una veintena de propuestas que se sumarán a las actuaciones en los dos escenarios gemelos del anfiteatro. Si en el 2023, los conciertos se sucedían en uno y otro sin descanso, en esta ocasión, habrá hasta 20 minutos de pausa entre los principales grupos para facilitar la movilidad. No es la única novedad de esta edición, ya que por primera vez se retransmitirán en directo nueve de los conciertos. La que repite tras estrenarse con éxito el pasado año es la noria.

¿Cómo llegar al recinto?

Autobuses lanzadera y líneas 6 y 7. Habrá tres servicios de lanzadera. Los asistentes que se hallen en el centro de la ciudad o los que viajen en tren o autobús, podrán usar el transporte que partirá desde la estación de autobuses (dársenas 21 a 25). La otra lanzadera saldrá desde la Cidade da Cultura. Los servicios de ida estarán operativos los tres días desde las 14 a las 22.30 horas y los de vuelta comenzarán a las 22.30 y finalizarán a las 5 horas, según el Concello. A partir de las 22.30 horas, serán exclusivamente de vuelta. El destino de las dos rutas está en la zona de San Lázaro, a unos 15 minutos de camino del festival. La tercera lanzadera es para campistas, que partirá desde el Multiusos Fontes do Sar y se detendrá cerca del recinto. Estará activa hoy de 10 a 14 y el domingo, de 10 a 16 horas. Y se puede optar por las líneas regulares 6 y 7.

¿Dónde aparcar?

El estadio de San Lázaro y la Cidade da Cultura, los referentes. El párking situado junto al estadio es el más próximo al recinto. Otra de las referencias para estacionar es la Cidade da Cultura. En el centro de la ciudad, proponen hacerlo en el área de Santa Marta y en Pontepedriña.

Para coger las pulseras

Dos zonas. Para canjear las entradas por pulseras habrá dos puntos: en la rúa das Estrelas y junto al complejo hotelero del Monte do Gozo. Además, hoy de 10 a 14 horas, podrá hacerse en As Cancelas en caso de tener bonos o entradas para la primera jornada.

Pagos

Con pulsera «cashless». La pulsera es necesaria para todas las adquisiciones en barras, foodtrucks (habrá 27 puestos para comer) y la noria, entre otros servicios. Se puede recargar antes y durante el festival con tarjeta bancaria (preferiblemente) y efectivo.

 Los primeros festivaleros: «En el cámping se vive más, es todo más cómodo» 

XOAN A. SOLER

La música comenzará a sonar esta tarde, pero algunos festivaleros desembarcaron en el Monte do Gozo ya ayer al mediodía cargados de tiendas de campaña, neveras, colchones, esterillas, sillas, mesas, bebida, comida... Los campistas adelantaron su llegada con una clara intención: buscar un buen sitio para poder disfrutar al máximo de la experiencia y con solo desplazarse unos metros. Pero no son los únicos motivos, ya que otras razones de peso para optar por el cámping fueron «los precios prohibitivos» de los establecimientos hoteleros o de un apartamento, explicaban.

La coruñesa Natalia ya estaba a las 11.45 horas aguardando la apertura de puertas para instalarse en el cámping. También desde la ciudad herculina llegaban Camila, Tamara, Leila, Andoni, Roberto, Chrystyan y Blanca. «Es más económico y se vive más el festival. Aquí estás más cómodo por si necesitas ir a buscar algo», explicaban. En otras ocasiones, habían estado en el festival e indicaban que ir hasta el centro de Santiago supone hacer un buen trecho a pie y, en el caso de los hoteles más cercanos, los precios son muy elevados. «Esto es más enxebre. Tenemos tortillas, empanadas...», detallaban a escasos metros de distancia los ferrolanos Alma, Irene, Yago y Joan. «Como vengas mañana [por hoy], los mejores sitios ya están cogidos. No es lo mismo estar a la sombra que en el medio», apuntaban. Para todos ellos era la primera vez que acudían a O Son do Camiño de acampada: «En octubre ya no había habitaciones asequibles».

También se estrenaban durmiendo a pie del recinto un grupo de trece madrileños. «Tenemos un amigo que vive en Galicia y nos hemos animado a venir», detalló Lorena Frejo, destacando que al ser tantos era muy difícil encontrar un apartamento. Se mostraba sorprendida por la cercanía del cámping a las actuaciones. «En otro festival que estuvimos había que andar media hora», indicó. Precisamente, «la comodidad de estar al lado» fue lo que llevó a Daniel Pose a repetir por segundo año consecutivo acampando en el Monte do Gozo. El recinto cuenta con 4.500 plazas y, desde la organización, confiaban en que se llenase. También tienen la opción del glamping con 650 plazas.

J Balvin y Green Day: cita de opuestos musicales en la primera jornada

 

Javier Becerra

Hay canciones que, en cuanto suenan los primeros compases, llevan al oyente a un lugar. Hoy ocurrirá en O Son do Camiño con dos. Aterrizarán en lugares parecidos, pero usando lenguajes contrapuestos. Por un lado, J Balvin (20.40 horas) trasladará al público treintañero su yo de veintitantos del 2017 en cuanto la rueda de Mi gente vuelva a girar. Por otro,

Green Day (22.30 horas) obligará a volar a quienes superan de largo los cuarenta a sus sueños de juventud en cuanto suene la guitarra de Basket Case. El viaje, lo dicho, resulta similar: el de las sensaciones que genera la música ligada a la excitación juvenil. El destino temporal, sin embargo, difiere bastante. Y qué contar de los elementos utilizados.

Cuando Green Day explotaron con Basket Case — de su célebre Dookie (1994)— Nirvana ya habían abierto un boquete en la industria musical. Por él se colaron grupos guitarreros de orígenes alternativo. En su caso, tiraban del punk primigenio de The Clash, pero dándole una pegada pop que lo hacía accesible para todos los públicos. Y así calaron en una generación de jóvenes que desoían las advertencias de sus mayores («eso no es punk de verdad»), tomándolos como uno de los grupos de su vida. Los siguieron durante toda la década hasta que American Idiot (2004) los elevó a la categoría de imprescindibles.

J Balvin llegaría mucho tiempo después. Cuando algunos ya hablaban de reguetón old school como «el bueno» y todo explotaba comercialmente con el Despacito de Luis Fonsi, apareció él, dando una genial vuelta de tuerca. Mi gente empujaba el estilo a una nueva dimensión y Vibras (2018), el elepé que la acogía, lograba incluso derribar los prejuicios hacia el género musical más demonizado de los últimos años. El colombiano acabó actuando como una estrella en Coachella o el Primavera Sound. Hoy, se trata ya un veterano que ha visto florecer a Eladio Carrión y Myke Towers.

Ambos artistas se encuentran ahora aquí. Enfrentando estilos, pellizcos emocionales y concepciones de la música para muchos opuestas. Pero complementarias en O Son do Camiño.

Y además... un picoteo por propuestas menos conocidas

El cartel de hoy incluye también a estos artistas.

  • Amoebo (15.20 horas). La reconstrución de la verbena en una propuesta inclasificable.
  • Hot Milk (15.50 h). Emo power-pop llegado de Inglaterra.
  • Maryland (16.30 h). Pop exquisito con extra eléctrico.
  • The Interrupters (17.10 h). Banda americana de ska con buen directo.
  • Fernandocosta (18.10 h). Rapero ibicenco y callejero.
  • Arde Bogotá (19.20 horas). Uno de los grupos del momento en el rock nacional 
  • Mattn (01.00 h). DJ belga para cerrar la noche.

Además, en la zona electrónica estarán pinchando los disyóqueis Kike Varela, Parkineos, Bárbara Lago, Kalte Liebe, Daria Kolosova, Patrick Mason y Tryn.