«El cuerpo de Cristo», Premio Nacional del Cómic: pura orfebrería

CULTURA

Detalle de una de las láminas bordadas de Bea Lema.
Detalle de una de las láminas bordadas de Bea Lema. Astiberri

16 sep 2024 . Actualizado a las 21:31 h.

Para advertir la dimensión de El cuerpo de Cristo hay que adoptar la óptica del orfebre. Contemplar un trabajo delicado hasta el extremo, una obra pensada con precisión y ejecutada con mimo y sensibilidad. Hay que imaginar el trabajo previo de mirada hacia atrás y hacia dentro de Bea Lema para exponer semejante historia sin disimulos y sin morbo, con entereza y con entrega. El relato de una madre en plena caída al abismo visto desde la incomprensión de una niña primero («¿por qué no quieres ponerte bien?», le dicen a esa mujer), y desde la angustia de una adolescente después ante la espiral de la enfermedad mental, el monstruo que se le asoma cada noche a su madre, junto al fanatismo religioso y los terrores infantiles.

Hay que trabajar con precisión, tiempo y tiento para coger todo ese material y montar un relato en viñetas creíble y sólido, nacido de una primera historieta en gallego, breve, ya rotunda, donde se advertía que aquello necesitaba desarrollo. Lo hubo, y para complicarlo Bea Lema sumó a su estilo premeditadamente desordenado unas cuantas planchas bordadas. Sí, con hilo y aguja, algo hasta ahora nunca visto en el noveno arte. El lenguaje del cómic llevado al extremo no por capricho, sino para recrear algunas de las escenas más tensas. Hay algo —mucho, poco... no está claro, deliberadamente— de autobiografía, también de relato rural, del retorno a la ciudad, de emigración... Es una obra nacida y pensada en calles y aldeas de Galicia para afrontar desvelos sin fronteras.

Al final, todo esto es El cuerpo de Cristo, la novela gráfica de una debutante. Orfebrería y riesgo, también por parte de los editores. Ya le han dado premios en Canadá, en Francia —en el salón de Angulema, el mercado más exquisito para el tebeo en Europa— y en España. El último es este Nacional, donde entra en la lista donde están Miguelanxo Prado, Max, Paco Roca, Guarnido y Canales, Altarriba y Kim... Palabras mayores. Algunos de los nombres más grandes del cómic en español de todos los tiempos. Nombres de hombres; hasta ayer, solo había dos mujeres premiadas en casi dos décadas de galardón nacional. Otra anomalía que amortigua el mejor cómic del año.