Actúa esta noche en la sala Mardi Gras en uno de los últimos concierto antes de lanzar su segundo trabajo
24 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Se encuentra Marilia Monzón en los últimos coletazos de la gira de Prenderé una velita (2023), su disco de debut auspiciado por la productora gallega Esmerarte. Esta noche hace de nuevo parada en Galicia con un recital en A Coruña (Mardi Gras, 21.30 horas, 14/ 17 euros) y escaso ropaje instrumental. «Estos conciertos los planteo después de hacer una gira el año pasado con banda completa y trío —explica—. Me apetecía volver a la esencia y la raíz. Estas canciones se han creado con guitarra y voz. Poder llevarlas de esta forma es también una forma de abrirme. Es todo más vulnerable y explícito».
El disco apela en su título al poder mágico de las velas: «Hay un gesto esperanzador en encenderlas. Es una especie de mantra. Lo hacía mi madre, mi abuela, mis hermanas, mis tías... Eso ha quedado en mí y creo que era el mejor título para esta carta de presentación. Invocar a estas mujeres que han sido tan importantes en mi vida para ser quien soy». Musicalmente, reúne diferentes influencias, trazando todo un viaje sonoro: «Hice hincapié en el folklore de Canarias, pero también me salieron los sonidos electrónicos y he saltado al otro lado del charco con sonidos latinoamericanos. Es maravilloso conectar diferentes tipos de música y que convivan tan bien». Esa conexión latina va a ser mayor en su futuro inmediato: «Este año he estado yendo y viniendo a México. De hecho, lo que viene ahora está grabado y compuesto allí. Viene una etapa muy latina. Tengo muchas ganas de dar ese paso».
Por ahora, toca recrear su pasado más inmediato. Y también Agua bendita, su último single. Lo hará en directo acompañada del guitarrista Javier Rubio. Entre los dos prenderán velas musicales para una audiencia que escuchará esas piezas reducidas a la mínima expresión.