El Tenerife de Amaral despliega un fútbol más directo que el de Lienen
07 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.El Compostela abre la segunda vuelta en un campo que nunca se la ha dado bien. De hecho, en los últimos veinte años lo más que ha logrado en el Heliodoro Rodríguez López han sido un par de empates: a un gol en la temporada 95/96 y sin goles en la 99/00. Por contra, ha encajado goleadas sonadas. La más dolorosa, un 6-0 en la campaña 96/97. Y para encontrar una victoria santiaguesa hay que remontarse a principios de la década de los ochenta, cuando ambos equipos militaban en Segunda B: 0-1. El colectivo de Luis Ángel Duque viaja hoy hasta Tenerife con la intención de romper la inercia de malos resultados en sus últimas visitas y, de paso, ganar terreno ante un rival que tras el paso por el ecuador de la Liga sólo suma un punto más. Arquero por Sequeiros La principal sorpresa en la convocatoria es la entrada de Pedro Arquero en lugar de Sequeiros, por decisión del entrenador. Viajan dieciocho: Tito, Pinillos, Adriano, Vojvoda, Jesús, Lima, Fidalgo, Aguado, Juanito, Cabarcos, Maikel, Óliver, Chema, Manuel Castiñeiras, Caínzos, Corredoira y Pignol, además del mencionado Arquero. Duque no quiso anticipar el once inicial aunque sí confirmó el regreso de Pinillos y Pedro Aguado en lugar de Pignol y Corredoira. Fidalgo será el encargado de manejar los hilos del equipo en la zona de creación y la gran duda, a tenor de los ensayos realizados a lo largo de la semana, está en el centro de la defensa. Vojvoda, Chema y Adriano son tres candidatos para dos puestos. El Tenerife de David Amaral ha variado sustancialmente con relación al de Lienen. Antes optaba más por el juego combinativo; ahora la estructura del equipo se articula en torno a una defensa de tres centrales, con dos laterales de proyección ofensiva. El conjunto isleño junta más las líneas, realiza ataques más cortos y apuesta más por los cambios de orientación y los pases largos. En el Compostela hay tres premisas en las que ha insistido el técnico para tratar de sacar un buen resultado en el Heliodoro: entrar con los cinco sentidos en el partido desde el primer minuto ya que las dudas iniciales le han pasado factura al equipo en encuentros como el del Sporting o Murcia, mientras que otras veces los efectos no fueron tan acusados porque no se tradujeron en goles encajados; afinar en la búsqueda de huecos, sobre todo a la espalda de los laterales; y evitar que el rival tenga superioridad numérica en el centro del campo.