Irureta oxigena su equipo con un once revolucionario en el Vicente Calderón.
05 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Hay partidos que llegan en momentos inoportunos, como el copero de esta tarde. Porque algunos futbolistas son padres que hoy no despertarán con sus hijos para abrir los regalos de Reyes. Pero hay argumentos de más peso: si bien una derrota exige un partido inminente para curar heridas, victorias épicas como el 0-5 de Balaídos solicitan una tregua al calendario para que el regusto se prolongue un poco más. Pero no hay descanso y Vigo ya es pasado. Desde la noche de ayer, el Deportivo está en la capital para disputar hoy (ocho de la tarde, canales de pago por visión y retansmitido por Radio Voz A Coruña y Bergantiños), el primer asalto de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, el duelo más igualado de la serie y que se resolverá la próxima semana en Riazor. Pero la talla del equipo colchonero no ha conseguido modificar los hábitos coperos de Javier Irureta, que dispondrá de un once similar al que ha dibujado ante el Compostela o la Gimnástica, los escollos previos a una ronda que se pone seria. El Atleti será un test muy generoso para hombres como Munúa, Pablo Amo, Jaime o el propio Djalminha. El uruguayo defenderá la portería, por detrás de Andrade, que reaparece tras su sanción, y Pablo Amo, flanqueados estos por Scaloni y Capdevila. Jaime y Duscher dirigirán el centro del campo, que se prolongará en las bandas con Munitis y Fran, y con Djalminha en la media punta. Arriba, Diego Tristán continuará su peregrinaje para convencer a Iñaki Sáez de que debe contar con él en la Eurocopa de Portugal. A la misma hora que el Deportivo exhibía en Vigo su potencial goleador, el Atlético firmaba en Zaragoza el encuentro más soso de la temporada. Pero el Atleti es poliédrico en juego y resultados y, pese a su irregularidad, camina en la quinta plaza con los mismos puntos que el último de los clasificados para la Champions. El preparador Gregorio Manzano, campeón de la última Copa con el Mallorca tras eliminar al Deportivo en semifinales, está muy lejos de la revolución iruretiana en su once y, pese a jugar en casa, colocará a Fernando Torres como único ariete, conectado con Ibagaza, un jugador que sigue buscando su brújula desde que abandonó Palma de Mallorca. Manzano dirige un equipo que ha sufrido tanto como el Dépor para llegar a octavos (ha eliminado al Conquense y a la Cultural). El Atlético es un equipo especialmente copero al contar con nueve trofeos en las vitrinas del Calderón. Las dos últimas, después de eliminar al conjunto coruñés.